Con una gran entrada de público, se llevó a cabo la apertura de la temporada 2019 de la Tauromaquia en Tijuana. La corrida inaugural, ofrecida por la empresa BUSA en la plaza del Hipódromo, fue encabezada por los matadores Sebastián Castella y Diego Silveti, además del rejoneador Luis Pimentel, quien se convirtió en la figura de la tarde al cortar una oreja. Por su parte, los Forcados de Mazatlán ofrecieron una gran demostración de su valentía ante el toro.
Con el primer astado, de la ganadería Torreón de Cañas, el rejoneador logró su apéndice tras lucir en el ruedo, logrando levantar al público con su estilo a caballo. El tlaxcalteca enfrentó al burel de nombre “Tío Mario”, marcado con el número 440 en su lomo y de 445 kilogramos de peso, a quien toreó con maestría, colocando los rejones y banderillas hasta finiquitar con la espada en su lugar, logrando de esa manera oreja por parte del juez de plaza.
“Me siento encantado de estar de nuevo aquí en Tijuana, tuve dos toros de gran calidad que le pudieron llegar mucho al tendido y la gente. Encantado con el primer toro que tuvo, mucha calidad, mucha transmisión, me gustó bastante y lo matamos”, expresó Luis Pimentel, agradecido por la afición que se le entregó.
“Veo a la gente muy contenta, me da gusto que venga la gente porque aquí en Tijuana hay mucha afición a la Fiesta, así que los invito a que vengan y pronto estaremos de vuelta”, reiteró el rejoneador de 38 años de edad, quien no tuvo la misma suerte en su segundo de la tarde, de nombre “Valquerico”, marcado con el número 375 y de 440 kilos.
Aunque trataron de ejecutar su Toreo, los matadores Sebastián Castella y Diego Silveti no tuvieron fortuna con el ganado, saliendo del ruedo con las manos vacías.
El empresario Alberto Bustamante se dijo contento por el inicio de la temporada de la Fiesta Brava, ya que el público tijuanense respondió en el primer cartel del año, pero los astados quedaron a deber.
“Estoy muy contento por la gente que nos acompañó, gracias a Dios una muy buena entrada. Lástima por los toros, que no funcionaron como esperábamos, pero en este negocio lo único que no tiene palabra son precisamente los toros. Como empresa hicimos hasta lo imposible con el cartel y las ganaderías, el ambiente estuvo muy bueno y la gente contenta. En general estoy satisfecho en la organización, aunque no así en lo taurino, que no funcionó”, reconoció el organizador.
La próxima corrida está programada para julio, con un festival de novilleros, “arrancamos con los viernes taurinos el próximo 5 de julio, serán cuatro novilladas nocturnas a partir de las ocho de la noche. Será algo nuevo en Tijuana y vamos a tratar de que funcione por los jóvenes, que es importante”, finalizó Bustamante.