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sábado, febrero 17, 2024
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En constante renovación

En una decidida búsqueda de calidad y adaptación, José Manuel Aguilera, fundador de La Barranca, externó su interés por establecer la presencia del quinteto en Baja California, adonde traerá su decimoprimer álbum “Lo Eterno” el sábado 18 de mayo

“Nos resulta difícil y costoso visitar Tijuana, pero hemos tratado de ir con mayor regularidad desde hace un par de años, porque nos interesa establecer presencia de La Barranca, ojalá y eso rinda frutos. Esta ocasión en Black Box vamos a presentar ‘Lo Eterno’, nuestro disco once, del cual hemos ido dando a conocer ‘Cuervos’, ‘Brecha’ y ‘Astronomía’, además del repertorio de nuestra discografía”, expresaría José Manuel Aguilera, guitarrista, líder, cantante y fundador de La Barranca, quien en entrevista con ZETA, charló sobre la evolución de la música, el andar de la agrupación, los vinilos y sus inquietudes personales.


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Referente a la relación tecnología-contenidos, mencionó que cada día es más accesible grabar un disco, pero todo lo contrario es crear contenidos.

“Antes para grabar un disco tenías que ir a un estudio profesional, con ingenieros dedicados y era carísimo, ahora la tecnología abarató todo, hizo más democrático grabar, lo puedes hacer hasta en un iPhone. La tecnología lo ha hecho fácil todo, pero hacer un disco redondo, en el que todas las canciones tengan peso, hacer un buen disco, no depende de tecnología, sino de trabajo, esfuerzo y talento, eso es en cualquier rama: jazz, pop, reggaetón, cualquiera que sea la música; comercial, superficial o demandante como la nuestra. Cualquiera que enfrente el problema contundente de hacer un buen disco, por eso no hay tantos”.

¿Cómo enfrentaron “Lo Eterno” y qué desató esa expresión poética? ¿Piensa La Barranca en el gusto del público? ¿Cómo hilan su trabajo discográfico cuando solo hay un único sobreviviente en la historia de la agrupación?


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“Cuando estamos haciendo música no pensamos en el público, sino en la responsabilidad que nos otorgan a los artistas, una responsabilidad de encontrar cosas. No tratamos de adivinar qué le puede gustar al público, nos concentramos en lo que la banda está haciendo, como un ejercicio donde idealmente queremos construir música que esté bien resuelta, que proponga cosas, que pueda llegar a lugares que nosotros mismos vamos descubriendo y después presentárselos no como experimento, sino como un trabajo resuelto en todos los renglones y con una preocupación de calidad. Esa es la manera en que nosotros trabajamos, hacer lo que la gente quiere sería como ponerse una camisa de fuerza.

“Es cierto que soy el único sobreviviente de todas las alineaciones, pero en realidad operamos como una agrupación, con una dirección e intención. Cada instrumentación tiene un peso específico, indefinido en el espectro de la música que construimos, pero siempre con el lineamiento de no repetirnos, lo cual puede ser subjetivo porque las posibilidades son infinitas. No hacemos ningún plan, la propia música nos guía, dicta, es un proceso de ir descubriendo qué necesita cada canción. Por ejemplo en ‘Lo Eterno’ nuestro principal motor fue reflejar el sonido de la banda como está ahora, que pasó de cuarteto a quinteto con la integración de Yann Zaragoza en el piano, por lo que tuvimos que hacer un trabajo para sumar un instrumento que antes no convivía con nosotros”.

¿Es como versionarse a sí mismos?

“Claro, porque para presentarnos en el escenario ya contamos con once discos, es un repertorio con el cual la gente ha relacionado un cariño, les gustan algunas canciones, quieren oírlas, entonces nos representa una oportunidad de re-versionarnos y de ver cómo hacerles una refrescada a esas canciones en la medida posible, y también esto se da cada vez que van cambiando los músicos en un grupo tan pequeño de cuatro a cinco personas. Si cambias un músico, siempre tendrá impacto en el sonido, por la misma naturaleza de La Barranca se ve en la necesidad de ir adaptando las cosas. A fin de cuentas eso ha sido un proceso muy constante renovarse, pero las canciones siguen muy vivas en ese sentido”.

Hablando de mantenerse vivo, La Barranca acaba de incursionar en el resurgimiento de los vinilos…

“Estamos haciendo un esfuerzo de ir pasando toda la discografía de La Barranca a un formato de vinilos, porque en los años que aparecieron estos discos, a la mitad de los noventas y la mitad del inicio de este siglo, realmente no se hacían discos de vinilo en ningún lado. Ahora hay un resurgimiento en ese sentido, se están haciendo otra vez y van encontrando su público para ir editando todo el catálogo de la banda, como músicos es el formato que más nos gusta, sabemos que mucha gente no consume el vinilo, pero a nosotros nos encanta, la mayoría de los que estamos en la banda nos hicimos músicos escuchando los vinilos, y también hay una cuestión e inquietud de satisfacernos”.

Cuando subrayas inquietudes, viene a la mente tu disco solitario “Promesaluz” y la obra literaria “Estambul”. ¿Persiste la necesidad de darles secuencia?

“Ese disco es un trabajo paralelo que desarrollé con Yamil Rezc, que desde el principio fue un ejercicio que resolví sónicamente, es un resultado de un ejercicio entre este productor y yo, un disco de estudio que apareció hace tres años, una de esas cosas que hago a la par de La Barranca. Algunas de estas piezas las retomamos como La Barranca y las hemos ido tocamos en vivo. Siempre me gusta estar haciendo otras cosas, en la medida de lo posible, pero tengo muy claro que mi prioridad es hacer música para La Barranca, sin embargo, a veces se conjuntan circunstancias, tiempos, y por ahí puede colarse un disco.

“El caso de ‘Estambul’, es aparte, pero hay que ser muy realista y saber que el oficio del escritor demanda una dedicación completa como lo es la música, no me considero escritor literario, pero al hacer canciones soy alguien que trabaja con las palabras, hay literatura ahí, como ya lo demostró Bob Dylan ganando el Premio Nobel de Literatura; la canción también tiene que ver con la literatura, como lo tiene que ver el teatro, o la novela o la poesía. Sé que lo que hago, por la parte literaria, al final son canciones, pero con eso se puede uno aventurar a presentar cosas, me han ofrecido oportunidad de hacer otro libro, aunque no lo estoy trabajando, siempre está la semillita de ‘estaría padre escribir otro texto’, uno le va dando vuelta a las cosas, así que no descarto la idea”, finalizó el fundador de La Barranca.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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