El cuarto acusado del homicidio de dos menores centroamericanos integrantes de la Caravana Migrante en Tijuana, cometido en diciembre de 2018, fue aprehendido luego de que la Policía Municipal lo detuviera con varias dosis de droga.
Se trata de Alberto Lara Caro, alias “El Gordo”, a quien desde diciembre se le había girado una orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado por ventaja, privación ilegal de la libertad agravado y lesiones calificadas.
Según información de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Lara Caro junto a sus cómplices Esmeralda García Carranza “La Keyli”, Carlos Martínez Cázares “El Moreno” y Francisco Javier Zavala Niebla “El Naranjo”, participaron en el asesinato de Jasson Ricardo Acuña Polanco y Jorge Alexander Ruiz Dauban, de 16 y 17 años.
“La Keyli”, “El Moreno” y “El Zanahorio” fueron aprehendidos desde diciembre y se encuentran bajo proceso por el doble homicidio cometido en una cuartería de la Zona Norte.
El 15 de mayo por la tarde, Lara Caro fue aprehendido por agentes del grupo de Homicidios Dolosos de la PGJE, luego de que saliera libre de la Agencia Especializada en Narcomenudeo, a donde fue turnado por la Policía Municipal. El hombre de 28 años cuenta con antecedentes penales por portación de arma prohibida.
El 15 de diciembre de 2018, Jasson Ricardo, Jorge Alexander y un tercer adolescente hondureño, quienes habían llegado a la ciudad con la Caravana Migrante, caminaban por la Zona Centro cuando se encontraron con “La Keyli” y otra mujer, quienes los invitaron a su departamento.
Al llegar al inmueble, “El Moreno”, “El Zanahorio” y “El Gordo” amagaron a los adolescentes, les robaron sus pertenencias y los torturaron. Tras asesinar a dos de ellos, los envolvieron en un cobertor y arrojaron los cuerpos a la vía pública.
Fue entonces que la tercera víctima, cuyo testimonio forma parte de la investigación, pudo escapar del lugar y regresar al albergue donde se alojaba para pedir la ayuda de las autoridades.
“El Gordo” fue recluido en la Penitenciaría para ser llevado a audiencia inicial ante un juez de control, quien determinará si es sujeto o no al proceso penal que ya enfrentan sus cómplices.
