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sábado, febrero 17, 2024
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Asesinan a Telésforo Santiago Enríquez, fundador de radio comunitaria en Oaxaca

Telésforo Santiago Enríquez, profesor y fundador de la radio comunitaria Estéreo El Cafetal (98.7 FM) de San Agustín Loxicha, municipio de Juchitán, en la región Sierra Sur de Oaxaca, fue asesinado a balazos ayer jueves, luego de ser emboscado cuando se transportaba en su automóvil particular cuando se trasladaba a su trabajo.

Santiago Enríquez era, también, amaestro de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE), así como un promotor y defensor de las lenguas indígenas. Según la prensa local, había participado también como candidato a alcalde en varias ocasiones.


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La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGE) de Oaxaca inició una investigación por el homicidio. Por su parte, la organización no gubernamental Periodistas Desplazados México, exigió que el crimen de Santiago Enríquez “no quede impune”.

“Desde el Gobierno asumimos el compromiso de hallar a los responsables que atentaron contra el periodismo mexicano”, dijo Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general Comunicación Social de la Presidencia de la República, en su cuenta de la red social Twitter.

EL NOVENO PERIODISTA ASESINADO CON AMLO

Telésforo Santiago Enríquez es el séptimo periodista asesinado en lo que va del año y el noveno durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuya Administración apenas iniciaba cuando el 1 de diciembre de 2018 fue asesinado Jesús Alejandro Márquez Jiménez, en La Huerta, Nayarit.

El periodista, asesinado el mismo día que el político tabasqueño iniciaba su mandato, laboró en el diario Crítica por aproximadamente ocho años. Era director general del periódico Orión Informativo, medio local que fundó hace poco más de un año.

Márquez Jiménez fue encontrado con un disparo en la cabeza, en un cañaveral de la localidad de Pantanal, municipio de Xalisco, cerca del Aeropuerto de Tepic, Nayarit. El comunicador salió un día antes, de forma inesperada, de una reunión con sus familiares, a la cual ya no regresó.

Tan sólo tres días después, el martes 4 de diciembre, el periodista Diego García Corona fue asesinado cuando circulaba en su automóvil en las inmediaciones de la colonia Jardines de Morelos, municipio de Ecatepec, Estado de México.

La víctima, de 35 años de edad, viajaba en un auto marca Nissan, modelo Tiida, cuando fue interceptado por hombres armados, quienes le dispararon en la esquina de la calle Playa de Marquelia y Avenida Jardines. Al interior del vehículo se halló una credencial que lo acreditaba como reportero del semanario local Morelos.

Luego, en 2019, Rafael Murúa Manríquez, periodista y director de la radio comunitaria Radiokashana en Mulegé, Baja California Sur, fue hallado muerto tras reportarse su desaparición.

El cuerpo del reportero de 34 años de edad fue localizado sin vida en una brecha del Kilómetro 40 del tramo carretero Santa Rosalía-San Ignacio. Recibió disparos con arma de fuego en el tórax. Murúa Manríquez ejercía su periodismo de manera crítica ante el Gobierno local.

Después, el 9 de febrero, un grupo de hombres armados asesinó al periodista Jesús Eugenio Ramos Rodríguez, conocido como “Chuchín”, en el municipio de Emiliano Zapata, Tabasco. El locutor de radio se encontraba desayunando en el café de un hotel con unos amigos, alrededor de las 6:45 am, cuando arribaron tres sujetos y dispararon en por lo menos ocho ocasiones.

Ramos Rodríguez, quien un día después de su asesinato cumpliría 59 años de edad, era, desde hace dos décadas, conductor del noticiero “Nuestra Región Hoy”, que se transmite por el 99.9 FM de la radio local.

El 16 de febrero, Reynaldo López, locutor de radio y publicista de 42 años de edad, y quien producía junto a Carlos Cota el programa “Motores del Desierto” que se transmitía por la televisora estatal Telemax, murió acribillado alrededor de las 5:50 pm, cuando se trasladaba junto a su compañero de trabajo, el ex periodista deportivo de Televisa Sonora, Carlos Cota, quien se encuentra grave aún tras recibir 16 impactos de bala.

Aunque no es considerado periodista, el 20 de febrero fue ultimado Samir Flores Soberanes, de 35 años de edad, un campesino indígena de Amilcingo, en el municipio de Temoac y fundador de la estación comunitaria Radio Amiltzinko.

El homicidio ocurrió frente a su vivienda, alrededor de las 05:00 horas, cuando un grupo de sujetos no identificados le llamaron para que saliera, disparándole en la cabeza en un par de ocasiones.

El activista comunitario y comunicador luchaba contra un plan para la construcción de un gasoducto que atravesaría su pueblo, pero fue asesinado tres días antes de una consulta popular que realizó el Gobierno Federal sobre dicho proyecto.

Apenas el 15 de marzo, Santiago Barroso Alfaro recibió por lo menos tres impactos de bala al abrir la puerta de su casa en San Luis Río Colorado, Sonora, dejándolo gravemente herido. La Fiscalía de aquella entidad informó que el periodista fue asesinado por motivos personales y “afectivos”.

A finales de marzo, el periodista deportivo Omar Iván Camacho fue hallado muerto en el municipio de Salvador Alvarado, en Sinaloa. El comunicador trabajaba en una estación de radio local y tenía una página digital de información deportiva.

Camacho formó parte de la transmisión de la serie entre los equipos de Garbanceros de Guamúchil y Diablos Rojos de Cubiri, pertenecientes a la recién inaugurada liga de beisbol Arturo Peimbert Camacho, que sucedió ayer domingo.

Según reportes de medios locales, tras la transmisión el periodista desapareció, por lo que sus familiares comenzaron a buscarlo. Camacho había sido visto por última vez en el estadio de béisbol, Alberto Vega Chávez.

Alrededor de las 19:00 horas, corporaciones policiales recibieron un reporte sobre un cuerpo sin vida cerca de la autopista Benito Juárez, debajo del puente de La Escalera.

Elementos preventivos del municipio se trasladaron al lugar, quienes confirmaron el reporte y dieron aviso a la Fiscalía General del Estado.

Posteriormente se confirmó que el joven periodista había sido asesinado; el cuerpo presentaba huellas de violencia (traumatismo craneoencefálico, producido por golpes).

Caballero tenía 35 años de edad y era originario de La Palma, Angostura, pero tenía su domicilio en la ciudad de Guamúchil, y, además, se dedicaba a la docencia en un colegio privado.

Por otra parte, Agustín Silva, de 21 años de edad, quien laboraba para el diario El Sol del Istmo, fue desaparecido el 21 de enero en el municipio Matías Romero, Oaxaca. A la fecha no se sabe nada sobre su paradero.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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