El pasado viernes 12 de abril de 2019, la jueza Claudia Pamela Tom Jiménez vinculó a proceso a José Adrián Mar Hernández (se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP), como presunto responsable del homicidio de su yerno, Jorge Luis Villalobos, de 33 años, luego de considerar que existen datos de prueba que sustentan que ocurrió el homicidio y la probable responsabilidad del imputado.
El cual deberá permanecer en prisión preventiva en el Centro de Readaptación de La Mesa, de Tijuana, durante el proceso judicial que enfrentará y no en prisión domiciliada como lo había solicitado la defensa arguyendo que se trata de una persona de la tercera edad. Alegato que fue desechado por la Jueza, quien señaló que Mar Hernández es menor de 70 años, por lo que no puede acceder a ese beneficio de ley.
En la audiencia, Tom Jiménez detalló que el pasado 6 de abril Mar Hernández y su yerno acudieron a la Notaría 14, ubicada en las calles Lava y Pedregal, en Playas de Tijuana, para hacer un trámite. Minutos después, salieron del lugar discutiendo, y el imputado disparó una pistola calibre .380 contra Villalobos, quien cayó al piso.
En ese estado, Mar Hernández volvió a dispararle, para luego acercarse al vehículo que tripulaba su hijo, Francisco Emilio, amenazarlo y fugarse a bordo de un automóvil Jetta. Según la versión de la Fiscalía, una vez que Francisco Emilio pidió ayuda y los uniformados llegaron afuera de la Notaría 14, les proporcionó referencias de dónde ubicar a su padre, quien fue arrestado posteriormente.
En el transcurso de la audiencia la joven viuda e hija de Mar Hernández, Claudia Aurora, sostuvo entre sus manos una medalla que llevaba al cuello, y en repetidas ocasiones volteaba a ver a su padre, sin que sus miradas se cruzaran una sola vez mientras la jueza iba detallando que en el dictamen de la escena del crimen se encontraron dos casquillos.
Adicionalmente, la autoridad recordó que el resultado de la necropsia a la víctima, indica que Villalobos recibió un disparo en el auricular izquierdo (oído) y otro en el cuello, así como el peritaje del arma, la cual aún tenía tres disparos útiles que corresponden a los casquillos encontrados.
Ante el desistimiento de la defensa de desahogar pruebas en esta etapa del proceso judicial, la Fiscalía solicitó cuatro meses para concluir la investigación, lapso en el que estuvieron de acuerdo el asesor de la parte ofendida y la defensa del acusado, por lo que la jueza determinó como próxima audiencia el 12 de agosto de 2019.
