Por mí que cierren la puerta
que no la vuelvan a abrir
México sabrá salir
por otra que quede abierta.
Aunque solo tenga dos
la del norte bien blindada
la del sur muy descuidada
por ella se llega a Dios.
A convivir entre hermanos
de pieles multicolores
corazón lleno de amores
digno de seres humanos.
Que no saben de racismo
ni de superioridad de razas
solo quieren que en sus casas
se practique el comunismo.
Que todos tengan trabajo
y compartan la comida
disfrutando de la vida
los de arriba y los de abajo.
Que el corazón que ellos tienen
es el mismo que tenemos
el nuestro se los cedemos
¡ah raza qué no lo entienden!
Atentamente,
Alberto Torres Barragán
Tijuana, B.C.