Rodolfo Olimpo Hernández, presidente del Consejo Estatal de Atención al Migrante (CEAM), lamentó esta mañana que algunas personas en la ciudad muestren cierta “inmadurez” sobre temas que se desconocen a fondo como la migración y que contrario a informarse “criminalicen” a quienes buscan una nueva oportunidad de vida.
Tras la sesión que sostuvo esta mañana el consejo, destacó que “la verdad” es que los migrantes “no son personas criminales, quizá podrá haber algunos, como los hay dentro de nuestra propia sociedad, pero por ello no podemos victimizar ni criminalizar a todos ellos”.
El funcionario estatal resaltó que la gran mayoría de los migrantes son personas “de bien” que se ven obligadas a salir de sus casas por factores de “extrema urgencia”.
“Condiciones no solamente de criminalidad extrema, sino obligados también por condiciones económicas muy deplorables, no solamente en otros países, sino también en los estados de nuestra república, donde también surge mucha migración”, dijo.
De tal manera que como autoridades e institución gubernamental lo ven como una obligación el brindarles todo el apoyo necesario, no solamente por el contexto internacional actual de “humanidad y de respeto al prójimo” que les obliga a ello, sino también porque así lo demanda la propia constitución Federal y la Estatal, de “ayudar a los migrantes en un trato equitativo”.
“Somos una potencia mundial en cuanto a que estamos dentro de los primeros 20 países con mejor economía a nivel mundial y Baja California cuenta con 11 mil vacantes con mejores sueldos que los que se ofrecen en el resto del país, de tal manera que no debemos entender la migración como un problema, sino como una oportunidad para todos los bajacalifornianos y los que lleguen al estado”, destacó.
En ese sentido, el funcionario estatal también complementó que por esa razón fue que se presentó, durante la sesión, el proyecto de reforma a la Ley para la Protección de los Derechos y Apoyo a los Migrantes del Estado de Baja California, atendiendo a la responsabilidad y obligaciones de carácter nacional e internacional que tienen ahora las entidades federativas y municipios para dar un tratamiento igualitario a los migrantes.
Detalló que esto tiene que ver con lo estipulado dentro del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, que fue acordado por todos los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en julio de 2018.
Este pacto señala –entre otras cosas- que no solamente a los migrantes del interior del país, que tienen el goce y el derecho que les otorga la Constitución como ciudadanos mexicanos, sino también a los extranjeros que vienen de otros países, tienen que ser tratados de la misma manera respetando siempre los derechos humanos.
Olimpo Hernández compartió que “ahora (las autoridades) tenemos la misma obligación de darles un trato como si fueran connacionales”; bajo ese entendido, aunado al de que Baja California es un estado no solamente receptor o de tránsito, sino ya también de destino final, presentarán al Congreso del Estado los argumentos de la reforma.
“Esto para que puedan ellos escuchar nuestros planteamientos y pueden considerar seriamente una adecuación a la actual ley que protege los derechos y apoya los migrante en el estado”, puntualizó.
“Mirar y atender las causas por las que se genera la movilidad”: especialista
Ismael Rins, defensor del Pueblo de Ría 4° de Argentina, quien estuvo como invitado en la sesión, señaló que permanentemente el sistema “indignifica” a las personas con sus condiciones paupérrimas, sobre todo a los migrantes, y luego éste (sistema) “nos obliga” a ser seguros y ordenados en nuestras migraciones, cosa más controvertida.
El también integrante de la Red de Migración y Trata de Personas de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), resaltó que por ello es necesario cambiar el sistema que repercute en todo América y generar una “mirada certera” a las causas por las que se está generando la movilidad en este territorio.
Una de ellas, dijo, es sin duda la pobreza extrema, situación que ha generado momentos de odio hacia el migrante por no tratarse de personas de otros países que lleguen acá con dinero, que en otros términos se conceptualiza como “aporofobia”, que no es más que el miedo o rechazo a los pobres, un término que se debe comenzar a emplear con mayor frecuencia.
“Se requiere ser implacables con las causas de la migración, solventarlas”, dijo, solo así podrá disminuir esta situación que atañe “a todo el mundo”.