Considerado el nuevo rostro del R&B, Jona Camacho lanzó “Está bn”, pieza con la que se abre camino en una industria afectada por el sistema de likes y views que califican la calidad de los artistas. Sensual y nostálgico, el emergente productor colombiano apuesta por la originalidad
Con habilidades excepcionales y laborando incasablemente en su música, la poesía cantada y en pro del arte sonoro, el multiinstrumentista colombiano Jona Camacho llegó para deslumbrar una industria viciada, a la que cautiva cada día como un auténtico embajador de la música latina, desde la que versiona melodías apegadas a sus gustos, tales como el R&B.
Oriundo de Ibagué, una pequeña población entre las montañas colombianas con tradición folclórica, el emergente cantautor es más que un fenómeno sonoro, una promesa artística por sus armonías, obra letrística y la pasión con la que recoge y reivindica la música de su país, desde donde exporta singulares versiones como “Está bn”, una seductora melodía que recién estrenó.
Entre fresco y clásico, Camacho toma prestados elementos del rock, pop soul y R&B para emularlos desde la batería, guitarra, piano, banjo y acordeón, instrumentación que domina, influenciado por una gama de músicos como Stevie Wonder, Barry White y Grupo Niche.
Jona platicó con ZETA sobre su más reciente lanzamiento, “Está bn”, que formará parte de un material discográfico disponible en verano.
“Es un tema que habla de una situación que tuve con una persona que amé mucho. Muestra algo sexy, con un ritmo sensual, sin perder el tono nostálgico, aunque siempre está el R&B presente en mis sonidos, todo está rodeado de ello, pero también tengo algo de otros ritmos”, expresó el artista nacido “en un pueblito, rodeado de música tradicional colombiana”.
“Mi abuelo fue compositor reconocido, por tanto, la música siempre ha estado en mi sangre, como las corrientes, pero creo que ser colombiano no quiere decir que tienes que estar sujeto a hacer cumbia, merengue, vallenato; la información colombiana también la puedo imprimir interpretando un funk, rock, al final siempre estará en mi forma de ser. Tampoco quiere decir que usaré música urbana porque no está presente en mí, no es de Colombia, pero aquí le están dando su sello”.
Con relación a “Está bn”, dice no contar con fórmulas para crear, “no tengo reglas para componer, todo va sujeto a ideas que me pueden venir en la calle, las melodías pueden salir de un bajo, yo respeto la idea que surja, sin importar el resultado; al final me doy cuenta de la onda que lleva, le grabo elementos dependiendo del camino que pida la canción. Hoy estamos en un mundo más abierto a posibilidades sonoras. El mundo está lleno de canciones increíbles.
“Algo que yo pienso es que no hay géneros malos, solo hay malos compositores, entonces, existen buenas canciones de rock y malas, y lo mismo en cualquier género. Es muy importante a la hora de buscar música que hoy en día se están clasificando las canciones, y no los artistas. Hoy hay más libertad para explorar géneros”, opina Jona Camacho.
Referente a los cambios de la industria y cómo se reflejan en las canciones, el autor de temas como “Dulce Vino”, “Bla Bla Bla” y “Cada Vez”, subrayó que la música que se construye hoy es más como comida rápida que no nutre.
“La industria de hoy es más como la comida rápida, no te alimenta, no te nutre, no te deja nada, son cosas que solo dan vuelta. No nos engañemos, esta industria es un negocio, y hoy en día todo mundo quiere hacer lo que a otra persona le ha sido éxito, entonces van a repetir 50 canciones que quieren lo mismo. Tratando de imitarlas, bajan la calidad de la música, pero es una realidad a la que nos estamos enfrentando. Y bueno, también hay que ponerlo en perspectiva.
“En este momento por las redes sociales y el internet se consumen canciones de manera más rápida. Los compositores empiezan a buscar una especie de fórmula para hacer canciones, como si se tratara de meter 80, 100 panes al horno y de baja calidad, la verdad que todo lo que consumimos a diario no es de buena calidad. Trato de guiarme por lo que me gusta, lo que yo considero que tiene buen contenido y pueda influenciar positivamente a las nuevas generaciones, de alguna manera haciendo énfasis a cosas positivas y no dejándome llevar por tener likes o más views. Toda esa manera de ver la vida, la necesidad de ser calificados, también afecta a la música, a los compositores, y bueno, tengo fe que se puede cambiar, pero para hacerlo tenemos que juntarnos con más personas haciendo lo mismo. Apostar a un sonido nuevo, mejorar los contenidos, lograr una exposición digna de algo mainstream sin serlo. Digamos que es la lucha de todos los días de los compositores nuevos.
“Es una realidad, pero no podemos darle la espalda. Yo me tomé el atrevimiento de ponerme con géneros que son trending, los tengo en la armonía de mis melodías, pero con amor, sinceridad, y siendo originales al combinarlas con los gustos, usándolas como herramientas para poder cambiar este contenido muy superficial”, finalizó el considerado la nueva cara latina del R&B y recientemente firmado por la disquera Peermusic en Estados Unidos.