La tarde del 7 de noviembre Jessica Isela Mendoza tomó la mano de su bebé, Gigi, para despedirse. La niña Giselle, de un año un mes de nacida, cumplía casi dos semanas hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la Cruz Roja a causa de un padecimiento respiratorio. Intubada, la madrugada del 8 de noviembre de 2018, perdió la vida.
“Pasaron muchas cosas mientras mi niña estuvo ahí en Cruz Roja, fui testigo de muchas negligencias y padecimos malos tratos por parte del personal administrativo. De los médicos y de las enfermeras no tengo queja, hicieron todo lo que pudieron”, expresó la madre a ZETA.
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La menor Giselle Meza Mendoza fue internada en Cruz Roja Tijuana el 28 de octubre, procedente de un hospital particular del que egresó por la falta de recursos de su familia y donde le confirmaron que era víctima de una neumonía atípica.
Su madre dice que desde el primer momento en la Cruz Roja omitieron información, como los precios por hospitalización y el no contar con todos los medicamentos para el tratamiento de la niña. Tampoco le dieron el diagnóstico para saber qué era lo que mantenía enferma a la niña.
Aparte, Jessica Mendoza se dice, junto a su familia, víctima de negligencia administrativa, y señala a tres empleadas del área de Trabajo Social, a quienes identifica como Laura Ayala, Beatriz y Xochitl. “A la semana que internamos a mi bebé, me llamaron la atención por una colecta que mis amigas hicieron en facebook para ayudarme a pagar la hospitalización. Pensaron que yo era la responsable y querían a toda costa que la suspendiera. La justificación que me dieron fue que no les convenía que la gente supiera que cobraban por la atención médica”.
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Jessica se negó a cancelar la colecta hasta que las empleadas de Cruz Roja la amenazaron con sacar a su bebé y dejarla morir fuera de la institución. Temerosa, dice que se comunicó con sus amigas para pedir que suspendieran todo, pues no quería perjudicar la salud de su hija. Después, dijo Jessica, vendrían otras confrontaciones, como cuando impidieron que entrara un médico especialista externo, que acudió a petición de ellos para revisar a la menor.
La madre de Gigi, dice que en la Cruz Roja no le fue practicado un estudio socioeconómico para determinar si podía pagar las cuotas por los servicios de salud, dado que cada día debían cubrir hasta 20 mil pesos entre hospitalización, medicamentos y análisis clínicos, estos últimos practicados para identificar el tipo de bacteria que la estaba afectando, pues no presentaba mejoría.
Gigi falleció el 8 de noviembre y la familia solicitó el expediente clínico que generó durante su estancia, pero les fue negado y condicionado a entregarse si cubrían una deuda pendiente por 183 mil pesos, la familia de la menor no accedió y optó por vivir el duelo.
Cruz Roja emite boletín y guarda silencio
El 8 de abril, Jessica Isela Mendoza rompió el silencio y a través de una publicación en facebook relató la experiencia de la hospitalización de su hija en Cruz Roja, la historia fue compartida 1 mil 280 veces.
Cruz Roja optó por compartir un comunicado oficial en pdf y aseguró que en algún momento darían una atención a medios, la cual no se concretó, como tampoco la entrevista que solicitó este Semanario.
En el comunicado la institución extendió sus condolencias a los familiares de la niña y detalló la atención médica que le brindaron, incluso se menciona los gastos que se generaron durante los 14 días de hospitalización, un total de 218 mil 764 pesos, indicando que de esta cifra la familia pagó el 27% y el resto lo absorbió Cruz Roja.
Sin embargo, no se menciona a ninguna de las trabajadoras sociales que la familia de Gigi acusó por negligencia administrativa, ni si fue real la solicitud que hicieron de suspender toda colecta de ayuda que se hizo en su honor.
