Con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones, el Pleno de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó casi a la media noche de ayer miércoles, en lo general, la nueva reforma educativa, que elimina la evaluación del magisterio.
Mientras que en lo particular, a las 02:49 horas de este jueves, los legisladores sufragaron 356 a favor, dos abstenciones y 61 en contra, sobre el dictamen que desaparece las disposiciones que ligaban la permanencia de los profesores al resultado de sus evaluaciones, y que reconoce sus derechos laborales conforme al apartado B del artículo 123 constitucional.
El dictamen aprobado se turnó al Senado de la República, quien luego, en caso de aprobarla, la enviará a las legislaturas estatales. La sesión concluyó y se citó al pleno a las 13:00 de este día. Con ello el grupo legislativo del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) rechazó las propuestas impulsadas por diputados de esa fracción, ligados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Los legisladores aceptaron solo una reserva del total de 45 que presentaron los diversos grupos parlamentarios, y sólo se aprobó un agregado en el párrafo décimo segundo del artículo tercero constitucional, sobre agregar la educación sexual como parte de los planes y programas de estudio que deberán tener perspectiva de género, así como una orientación integral.
Los legisladores de Morena desecharon las propuestas impulsadas por legisladores cercanos a la CNTE, por ejemplo, de que a partir de la entrada en vigor de la reforma, la admisión, promoción y reconocimiento al sistema educativo no se basara en las evaluaciones y procesos del tercero constitucional, que es la base de la reforma, sino conforme a los preceptos laborales del artículo 123 constitucional apartado B.
Tampoco se aceptó la reserva para que en lugar de un organismo público descentralizado encargado de la evaluación, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propios y no sectorizado, se creara un órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con sólo autonomía técnica y de gestión.
Tampoco fue aceptada la propuesta para “restituir la vigencia plena de los derechos laborales” de los trabajadores al servicio de la educación titulados en el apartado B del artículo 123 constitucional, así como para expedir la Ley Reglamentaria del Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros”, que buscaba reconocer explícitamente el derecho al escalafón en el acceso y promoción en el sistema educativo.
Otra reserva que fue rechazada fue dar a las normales preferencia en la admisión de los maestros al sistema educativo, de “los aspirantes egresados de escuelas normales preferentemente o con formación equivalente”, decía la propuesta desechada.
-Con información de Reforma y Notimex.
