Isaías Bertín Sandoval, secretario técnico de Seguridad Pública Federal en Baja California, puede ser sujeto de suspensión de derechos políticos si, como lo ha anunciado, no ocupa la regiduría que dejó vacante –por licencia- Ricardo Medina Fierro, candidato a la diputación local por el PRI. De acuerdo con el artículo 12 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, “se impondrá sanción de suspensión de sus derechos políticos hasta por seis años a quienes, habiendo sido electos a un cargo de elección popular no se presenten, sin causa justificada a juicio de la Cámara, Asamblea Legislativa o Cabildo respectivo, a desempeñar el cargo, dentro del plazo previsto para tal efecto en el ordenamiento jurídico respectivo”. Como causa justificada se entiende enfermedad o grave situación personal. Tener un cargo en el gobierno federal no le exime de asumir la regiduría porque para eso fue electo. Inclusive hay abogados que ven la posibilidad de entablar juicio político contra ambos, basados en el artículo 110 constitucional, toda vez Medina se va del cargo sin vigilar que su suplente asuma el cargo y este último no lo acepta, trastornando el funcionamiento del gobierno municipal y sus intereses fundamentales. Por cierto, en diciembre Isaías Bertín Sandoval presumió ser secretario técnico de Seguridad Pública Federal en Baja California; un día después la versión fue desmentida por el círculo del entonces súper delegado Jaime Bonilla. El propio Bertín reconoció que lo habían bajado por “temas políticos”, pero que le prometieron desarrollar otras tareas relacionadas con el tema, dado que en el Ayuntamiento desempeñó labores orientadas al Nuevo Sistema de Justicia Penal. En días recientes reapareció en las actividades que tuvieron en Baja California el presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval y el subsecretario de Seguridad, Leonel Cota Montaño. A ver si no por ser del PRI y estar ahora con Morena, y por no atender su obligación, después se queda como el perro de las dos tortas.