A decir del candidato de Morena a la gubernatura, Jaime Bonilla Valdez, los señalamientos que ha hecho sobre el gobernador Francisco Vega de Lamadrid a propósito de que en su carácter de mandatario adquirió una casa a un costo de 5 millones de dólares, le han valido que la administración estatal lo hostigue y le audite sus empresas.
Ante ese presunto escenario, el senador con licencia acusó que está enfrentando una elección de Estado e incluso denunció que personal de la CESPT y del Sistema Educativo Estatal se encuentra “involucrado en el proceso electoral”. En ese sentido atribuyó que los funcionarios del partido en el poder estatal, Acción Nacional, se conducen a la manera de “una Gestapo”.
En un encuentro que sostuvo con el Colegio de Abogados de Tijuana, Bonilla Valdez señaló que “Baja California está quebrada” y que por esa razón “no aguantamos otro Vega en el gobierno del estado”.
Aunque por parte del PAN, el candidato al gobierno de BC lleva el mismo patronímico que el gobernador, en ese contexto, Bonilla Valdez no nombró al su contrincante, Óscar Vega Marín.
El morenista abundó: “¿Qué mentalidad tiene el gobierno estatal, fascista y monárquico, que tiene abandonado a nuestro Estado?”.
A su vez el presidente del cuerpo colegiado que auspició el evento, Rafael Cruz Manjarrez expuso que recientemente el Colegio de Abogados de Tijuana presentó una denuncia contra el gobernante panista “por enriquecimiento ilícito y desvío de recursos”.
En el mismo tenor, Jaime Bonilla, quien se conduce como abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia en Baja California (Morena-PVEM-PT-Transformemos), propuso “romper el molde de los políticos corruptos”.
Además aseguró que a él no le van “a gritar ratero cuando sea gobernador”. Según el político empresario, él se va a desempeñar “con total transparencia”.
También criticó que el Nuevo Sistema de Justica Penal, el cual ha sido objeto de críticas y quejas, “fue aprobado por el ahora alcalde con licencia y en campaña por la reelección (el panista Juan Manuel Gastélum), con todo descaro, y (ahora) culpa al nuevo régimen federal de que no está haciendo nada para solucionar el problema de la delincuencia en Tijuana”.
Agregó que Kiko Vega no está asistiendo a las reuniones de seguridad implementadas al inicio de la presente administración federal en las que se evalúan “las incidencias” y se determinan acciones a seguir; “él no asiste, no hay compromiso de su parte, lo que quiere ya es irse”, asumió en referencia al mandatario estatal.
Finalmente, Bonilla Valdez Justificó su inasistencia al debate celebrado el domingo 28 entre contendientes a la gubernatura diciendo que ejercicios como ése no despiertan interés en el electorado y que únicamente 250 personas vieron la transmisión que del encuentro hizo el Instituto Estatal Electoral. Abundó que ese día tuvo actividad de proselitismo “en el sur profundo de Ensenada” y que por otro lado, al final de cuentas, hubiera debatido “en condiciones desiguales” toda vez que a su modo de ver sus contrincantes carecen de propuestas.