Baja California fue el primer estado de la república mexicana gobernado por el PAN, después de 60 años de control total del PRI en los gobiernos estatales. Sí, en efecto, en 1989, después de una elección estatal llena de irregularidades, precedida de una enorme cantidad de equivocaciones políticas, Ernesto Ruffo, un oscuro sargento del ejército norteamericano, quien desde la gerencia de una empresa pesquera ensenadense, había conquistado el gobierno municipal de Ensenada, se convirtió en el primer gobernador de oposición en la historia política de México.
Ciertamente la elección estuvo precedida de un sinnúmero de decisiones políticas equivocadas por parte del Presidente Salinas: la primera, haber roto el orden institucional y haber quitado al gobernador constitucional Xicoténcatl Leyva Mortera, porque el candidato presidencial de 1988, ya en ese momento, Presidente de México, ganara la elección. Así fue, la derrota de Salinas de Gortari, en esta elección tuvo como consecuencia la sustitución del gobernador constitucional, por otro político bajacaliforniano, Óscar Baylón Chacón, quien no entendió su rol, se le nombraba para que ayudara a ganar al PRI la elección de 1989, pero Baylón pensó equivocadamente que podía el ser el candidato, a pesar de que la Constitución lo prohíbe, pero aconsejado por un grupo de abogados cercanos a él y alentado por su propia ambición, se dedicó a llevar a cabo infinidad de acciones, tratando de que lo nombraran candidato en 1989. Además, hubo muchos problemas para designar al candidato del PRI, después de estira y afloja, los más naturales, como Eduardo Martínez Palomera de Mexicali, o René Treviño o Gustavo Almaraz de Tijuana, fueron dejados a un lado por distintas razones, cayendo la designación en la mexicalense Margarita Ortega.
Había un problema mayor: en 1988 el PRI había sufrido su primer gran descalabro desde la Revolución Mexicana. Acostumbrado a ganar desde el poder, no tenía experiencia en la contienda pareja, no sabía actuar como un partido entre partidos, necesitaba al gobierno para que ganara por él. Así que mal preparado y sin darse cuenta plenamente que el país y la historia habían cambiado, quiso hacer una elección como todas las anteriores. Lo que lo llevó a una derrota de consecuencias internacionales.
Se dice, no me consta, pero el propio Ruffo en una declaración a ZETA, mucho tiempo después señaló, que en las elecciones bajacalifornianas el PAN recibía dinero del narco. Traían mucho dinero. Como sea, con dinero sucio o con irregularidades ganaron esa elección. 30 años de desgaste, de corrupción, de manejarse como una pandilla, que pasaron de ser miserables profesionistas a grandes terratenientes; el caso de Ruffo, quien era un obscuro gerente de una empresa, o Kiko, que tenía una pequeña empresa de empeño al más grande terrateniente de Baja California, son el mayor ejemplo, pero habría muchos nombres más que se podrían agregar como ejemplos de corrupción.
El PAN desde 1989 no había perdido una sola elección de gobernador. Hoy el país nuevamente cambió, pero el PAN no parece notarlo. En 2018 todo perdieron. Morena ganó todos los puestos en competencia, ni el PAN ni el PRI ganaron una sola diputación. Fue Baja California el estado que proporcionalmente más votos le dio a AMLO. Las campañas para elegir un nuevo gobernador han iniciado, cinco candidatos se aprestan a obtener el triunfo. Las encuestas, todas, de todas las casas de encuestas, le dan un triunfo arrollador a Morena y a sus candidatos. Jaime Bonilla, empresario, tijuanense por nacimiento, se prepara para ser el primer gobernador nativo del estado.
Con una gran presencia, sencillo, con gran experiencia ejecutiva, carismático, con una enorme cercanía con el presidente de México, está muy cerca de que, como gobernador, transforme este estado y lo ubique como uno de los mejores del país. La relación con el Presidente, su gran amistad hacen prever gran atención del gobierno federal a nuestros problemas, independientemente de que el propio AMLO le tiene un afecto especial a nuestro estado. Es de los pocos estados que como Presidente ha visitado dos veces, sus primeras acciones de gobierno fueron pensando en nosotros, duplicó el salario mínimo, bajó el IVA del 16 al 8% y el Impuesto Sobre la Renta del 35 al 20%.
Bonilla ha conseguido muchos resultados de gestión en poco tiempo: el pago a los maestros, el subsidio a la UABC, las soluciones de los autos chocolates, la importación de la madera, sin corrupción, por solo nombrar algunos, hacen prever que será un gran gestor de los bajacalifornianos y que pronto pasaremos del desencanto a la esperanza.
Amador Rodríguez Lozano, es tijuanense. Ha sido dos veces diputado federal y senador de la República por Baja California; fue también ministro de Justicia en Chiapas. Actualmente es consultor político electoral independiente y vive en Tijuana. Correo: amador_rodriguezlozano@yahoo.com