Para aportar a la reducción de la contaminación de los mares, a partir del 6 de marzo en Tijuana quedaron prohibidas las bolsas de plásticos en los comercios de la ciudad, sin hacer distinción si éstos son grandes o pequeños.
La iniciativa fue impulsada por la regidora Mónica Vega, quien pertenece a la Comisión de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Salud del Ayuntamiento de esta ciudad, que tomó como referencia la solicitud de distintos organismos de la sociedad civil para hacer realizar esta acción.
“Entiendo que este tipo de medidas traen cierta resistencia por parte de la ciudadanía, sin embargo me siento satisfecha de conocer que entre un 75 a 90 por ciento de los tijuanenses se encuentran a favor de esta medida”, declaró la funcionaria.
Detalló que fue en junio de 2018 cuando la Comisión a la que pertenece aprobó la modificación al Reglamente de Protección al Ambiente, en específico los artículos 108, 109 y 110 bis, para establecer la prohibición de otorgar bajo cualquier título bolsas de cualquier tipo de plástico para transportar mercancía adquirida en los comercios.
En esta modificación solo se excluyen los empaques originales o a las bolsas que por cuestiones de higiene –sobre todo de alimentos- tuvieran que utilizarse, indicó.
En el mes de agosto del mismo 2018 esto fue discutido y aprobado en una sesión de Cabildo, su publicación se realizó el siguiente mes en el Periódico Oficial del Estado de Baja California estipulando como fecha el 6 de marzo de 2019 para que éste entre en vigor.
Vega manifestó sentirse sorprendida por la reacción de los mismos comerciantes, en especial una cadena de tiendas de conveniencia que a partir del 1 de marzo dejó de dar bolsas de plásticos a sus clientes, contrario a lo que sucedió en otras ciudades del país donde se hicieron protestas y se interpusieron amparos para continuar usándolas.
A partir del 7 de septiembre del 2020 entrarían en vigor las sanciones correspondientes a los comercios que incumplan con este reglamente, que van de las 10 a las 300 UMAS (unidad de medida y actualización), que son entre 880 y 27 mil pesos.
La organización civil Naturalus fue una de las que promovieron esta reforma, su director Arturo Ángeles afirmó que ésta tiene beneficios más allá de la protección al ambiente, siendo el económico uno de los favorecidos en los comercios de la ciudad.
“Los comerciantes ya no van a tener que gastar en la compra de bolsas de plástico, esto se considera como un beneficio económico directo. Incluso si mandan hacer sus propias bolsas ecológicas podrán obtener una ganancia al mismo tiempo que promocionan sus negocios”, declaró el activista.
Agregó que en Tijuana a la semana se desechan 10.2 millones de bolsas de plástico, cada una se utiliza por unos minutos, si terminan en el mar pueden durar años contaminando si no son ingeridas por los animales que las confunden con comida.
Ángeles comentó que a partir de este momento el activismo se centrará en continuar informando a la ciudadanía sobre los beneficios de omitir el uso de las bolsas de plástico, que conozcan alternativas y tengan una guía para continuar en transición a una “vida libre de plástico”.
