La Policía de Nueva Zelanda elevó a 49 los muertos por los ataques terroristas contra dos mezquitas, la tarde de ayer jueves (hora local) en la ciudad de Christchurch, en los que también resultaron heridas 20 personas.
El comisionado de la Policía neozelandesa, Mike Bush, confirmó que la alerta continúa en su nivel máximo en todo el país debido a los ataques, calificados de “terroristas”.
Un total de 41 víctimas murieron en el tiroteo en la mezquita Al Noor, mientras que otros 7 fallecieron en la de Linwood y otra persona fue declarada muerta en el hospital.
Bush manifestó que han presentado cargos por asesinato contra uno de los cuatro detenidos por estos ataques, descrito como un hombre de cerca de 30 años de edad, que pasará mañana a disposición judicial.
De los otros tres detenidos, el comisionado de la Policía neozelandesa indicó que dos de ellos estaban en posesión de armas y se investiga su implicación en el suceso, mientras que la cuarta persona no tenía ninguna relación con el caso y ha sido puesta en libertad.
Los ataques se produjeron a las 17:30 horas (tiempo local) en las dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur del país. Varios testigos indicaron que en el interior de uno de los centros de culto había entre 300 y 500 personas.
Uno de los tiroteos fue transmitido en directo a través de las redes sociales por uno de los asaltantes, que apareció con ropa militar dentro del centro de culto, disparando a varias personas con un arma automática, de la que cambió el cargador al menos dos veces.
En las redes sociales también circula un manifiesto de los asaltantes que incluiría calificativos peyorativos contra los musulmanes. La Policía también encontró vehículos con explosivos que no se accionaron.
Uno de los asaltantes fue identificado como Brenton Tarrant, un australiano originario del estado de Nueva Gales del Sur, según indicó una fuente policial australiana a la agencia EFE.
“Esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista”, afirmó la Primera Ministra, Jacinta Ardern, en conferencia de prensa en Wellington, en la Isla Norte.
La mandataria neozelandesa calificó el ataque de “extrema ideología y extrema violencia” y señaló que no tiene “precedentes” en Nueva Zelanda, un país que describió como diverso y abierto.
-Con información de: The New York Times, The Guardian, Al Jazeera, EFE.