Alrededor de 20 tijuanenses se manifestaron en la glorieta Cuauhtémoc en Tijuana el domingo 10 de marzo como parte de la protesta nacional que organizó la agrupación “Chalecos Amarillos” en oposición a Andrés Manuel López Obrador y su gobierno, a propósito de sus primeros 100 días de gestión.
Sandra Suárez, maestra de profesión y coordinadora de la protesta en Tijuana, indicó que buscan ser un contrapeso para el Gobierno Federal, por considerar que no todas las decisiones que ha tomado el Presidente han sido las más apropiadas para los mexicanos, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la aprobación del Tren Maya, o la creación de refinerías sin los estudios previos.
La convocatoria se hizo a través de redes sociales, Suárez aseguró que no pertenecen a ningún partido político, sin embargo, creen necesario alzar la voz contra lo que les parece injusto, como el pacto migratorio u otras decisiones que se han tomado.
En una carta llamada “#100días #100 motivos” detallaron las acciones que ha tomado el Gobierno Federal y en las que no están de acuerdo, como la destrucción de manglares para la construcción de una refinería, el despido de más de 12 mil empleados del SAT, IMSS y hospitales de especialidades, o los ataques al Poder Judicial de la Federación, a periodistas y medios de comunicación por criticarlo.
Suárez recalcó que no buscan la destitución de AMLO o que se realicen medidas extremas, pero sí que sean escuchados y se tomen en cuenta todas las voces, para una toma de decisiones más incluyente.
Por su parte Eduardo Fuentes, otro de los manifestantes, argumentó que él sí pide la destitución de Andrés Manuel López Obrador por considerar que no ha cumplido con nada de lo prometido en campaña, y al contrario, ha tomado decisiones que han afectado al País.
“Los 100 días han pasado como si fueran una pesadilla, el señor AMLO lo único que ha hecho es destruir lo poco que el gobierno había construido. Gobiernos corruptos, gobiernos malos, pero habían construido algo que ayudaba a los mexicanos, y ahora este señor nada más se dedica a destruir lo poco que teníamos”, dijo.
Los mexicanos no quieren un gobierno socialista, continuó, sino que construya y que ayude a todos los mexicanos “jodidos”, y no a extranjeros –en referencia al Pacto Migratorio-, ni que haga lo que él quiera sin respetar las leyes.
Pese a la poca presencia que hubo, los protestantes aseguraron que continuarán con su labor crítica, para garantizar que se tomen las decisiones para el beneficio de todos los mexicanos, y no caigan en actitudes populares.