Fue la maldad que floreció en tu mente
para dañar al ser que te apreciaba,
aquel abuelo que a su nieta idolatraba
y acusaste sin la prueba fehaciente,
mas tu conciencia ha de acusarte sabiamente
negándote la paz, mujer malvada.
Alberto Torres Barragán
Tijuana, B.C.