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martes, octubre 1, 2024
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El Chapo, condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza: fiscal; juez dictará sentencia el 25 de junio

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias El Chapo, fue condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza, confirmó este martes en conferencia de prensa fuera de la Corte Federal, Richard Donoghue, Fiscal del Distrito Este de Nueva York. Sin embargo, la decisión final la tendrá el juez Brian M. Cogan, quien el próximo 25 de junio confirmará dicha sentencia.

Todo apunta a que tras la sentencia, la Oficina Nacional de Correccionales estadounidense sugerirá que el capo sinaloense sea enviado al Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, también conocido como ADX o Super Max, donde también están recluidos otros narcotraficantes mexicanos, como Francisco Javier Arellano Félix, Juan García Ábrego y Osiel Cárdenas Guillén, estos últimos ex líderes del Cártel del Golfo.

Este mismo día, después de casi 3 meses de proceso y 30 horas de deliberaciones, el jurado declaró culpable al Chapo por 10 delitos relacionados con el narcotráfico, en el llamado “Juicio del Siglo”, mismo que se llevó a cabo en la Corte del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn.

“Hace unos minutos un jurado de este distrito declaró culpable a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera de todos los cargos que se le imputaron a nivel federal. En algunos casos se decidió, determinó que Loera dirigió al Cártel de Sinaloa, el más peligroso del mundo, que responsable de homicidios y de contrabando de drogas durante décadas que llegaron a la Unión Americana. Fue condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza, de manera que ya no tendrá escapatoria. Llegó al final”, afirmó el fiscal neoyorquino.

“Esta declaratoria de culpabilidad es una victoria para el pueblo de la Unión Americana que ha sufrido tanto, mientras el ‘Chapo’ Guzmán se hacía millonario. También es un triunfo para el Gobierno de México, un país donde se han perdido tantas vidas por la guerra contra los drogas.

“Quiero felicitar a todas la familias que perdieron a un ser querido a causa del narcotráfico. Hay quienes dicen que la guerra contra las drogas no se debe librar, que es una lucha perdida. Se equivocan, el narcotráfico le cuesta mucho a la gente por la enfermedad de la drogadicción de este país. Esta guerra es un esfuerzo noble por salvar la salud de esta nación”, enfatizó Donaoghue.

Por su parte, Raymond Donovan, agente especial del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés), expresó que Estados Unidos fue testigo de un procedimiento que llevó ante la justicia a uno de los grandes capos de la droga.

Dijo que “El Chapo” Guzmán era un hombre bien conocido en todo el mundo y durante el juicio se escucharon testimonios atroces que nos dejaron “los pelos de punta”, ya que “Vimos a un asesino, a un narcotraficante, a un traficante de personas”, indicó Donovan.

Asimismo, William Sweeney, agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), señaló que con este veredicto se ha hecho justicia a las víctimas y policías que han luchado contra el flagelo del narcotráfico. También agradeció a todos los agentes del dicha institución que participaron en este investigación.

En su turno, Uttam Dhillon, administrador encargado de la Agencia Antinarcóticos estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), dijo que el del Chapo se trató de un juicio contra “increíbles cantidades de droga y violencia” en México y Estados Unidos, y que mostró la gran colaboración de las agencias antidrogas de México y Estados Unidos.

El funcionario de la DEA afirmó que el Chapo fue responsable de una cantidad inimaginable de muertes y de destrucción en México y Estados Unidos. Además, señaló que el aparato de crimen organizado del capo sinaloense le ha costado la vida a miles de personas en Estados Unidos, “por su sed de fortuna”.

Mientras tanto, Ángel Menéndez, agente especial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), declaró que éste es un día histórico para la justicia de Estados Unidos. Detalló que desde que el capo sinaloense fue extraditado desde México, luego de que se formuló la combinación de cargos que se le imputaron.

Que cuando el Chapo llegó a Nueva York, se dieron cuenta de que era un reto para el aparato de justicia estadounidense, mismo que estuvo a la altura de este desafío. El funcionario federal dijo que se hizo justicia y se pone fin a la labor sangrienta de uno de los peores capos del narcotráfico del mundo, de un hombre que envenenó las calles de Estados Unidos.

Este mismo martes, el jurado número once y portavoz del tribunal popular entregó al juez Cogan un papel con la decisión, que fue leída por el magistrado tras advertir a los asistentes en la sala 8D de la Corte Federal, de que no podían expresar reacción alguna a la lectura del veredicto.

Se hizo el silencio en la sala y el juez transmitió que la decisión del jurado fue de condenar por los diez cargos al Chapo, pero que no llegó a la unanimidad para esa decisión en dos violaciones de uno de los cargos, concretamente centradas en distribución de cocaína en 2007 y otra de marihuana en 2012.

El Chapo escuchaba a través de unos audífonos la traducción simultánea, mientras el juez leía el veredicto. Guzmán Loera, con rostro inmutable, miraba de frente a los jurados, quienes parecían evitar el contacto visual con el capo.

La defensa pidió al juez Cogan que preguntara a cada uno de los 12 miembros del tribunal popular, para confirmar la exactitud del veredicto. Cada uno dijo “sí”, en rápida sucesión, sin vacilación.

Después de confirmar el veredicto, el juez Cogan agradeció al jurado por ser tan cuidadoso y metódico en sus deliberaciones: “la forma en que lo hizo fue realmente notable y francamente me hizo orgulloso de ser americano”, señaló el magistrado.

El Chapo se veía un poco aturdido cuando se leyó el veredicto del jurado. Buscó los ojos de su esposa Emma Coronel Aispuro mientras estaba siendo escoltado por los alguaciles -equipados con cascos, gafas de visión nocturna y chalecos antibalas- fuera de la sala de audiencias.

El capo de 61 años de edad asintió con la cabeza en varias ocasiones. Ella tenía lágrimas en los ojos, pero mandó un beso y le mostró el pulgar hacia arriba a su marido en señal de optimismo, después de apoyarlo durante casi todo el juicio, considerado el más largo y costoso en la historia de la justicia estadounidense.

Por su parte, Jeffrey Lichtman habló en representación de los abogados defensores del Chapo, y adelantó que van a apelar el veredicto del jurado. “Luchamos como el infierno. Luchamos como completos salvajes y lo dejamos todo en el campo de batalla”. El litigante dijo que nunca había tenido un caso con tal “avalancha” de evidencias y tantos testigos cooperantes. “Hicimos todo lo que pudimos”, añadió. “Simplemente no fue suficiente.”

Ayer lunes, durante el quinto día de deliberaciones, los miembros del jurado preguntaron al juez encargado del caso, si debía haber unanimidad en las 27 violaciones por el uno de los cargos de narcotráfico del cuál es acusado el Chapo, a lo que el magistrado respondió que “la decisión del jurado debe ser unánime y más allá de la duda razonable”.

El Chapo fue hallado culpable por 10 cargos y 25 violaciones, incluido el ser líder del Cártel de Sinaloa, así como de tráfico de cientos de toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos, a lo largo de 25 años, además de lavado de dinero y posesión de armas de fuego.

Luego de la extradición del capo el 19 de enero del 2017, el Gobierno de Estados Unidos presentó 17 cargos contra Guzmán Loera, a los que tendría que hacer frente en un juicio. Sin embargo, en octubre de 2018, los fiscales dijeron que se retiraron seis cargos, “con el objetivo de agilizarlo”.

Los cargos contra el Chapo Guzmán Loera:

1.- Participación continua en una empresa criminal. El cargo más importante, donde se incluyen las 27 violaciones, y en el cual la Fiscalía estadounidense acusó al Chapo de haber integrado y liderado una organización criminal, el Cártel de Sinaloa, entre 1989 y 2014, junto a Ismael Zambada García, alias el Mayo.

En esta acusación se incluyó su relación con los líderes del cártel del Norte del Valle y con otros distribuidores; además 26 violaciones a la normas internacionales que prohíben la distribución de cocaína, heroína y marihuana, así como la conspiración para cometer asesinato en 1989, meses antes de la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo, ‘El Jefe de Jefes’.

2.- Conspiración internacional para producir y distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana.
3.- Conspiración para importar cocaína.
4.- Conspiración para distribuir cocaína.
5, 6, 7, y 8.- Distribución de cocaína a nivel internacional.
9.- Uso de armas de fuego.
10.- Conspiración para blanqueo de ganancias producto del narcotráfico.

Para que el Chapo sea sentenciado a cadena perpetua, los 18 miembros del jurado -12 titulares y 6 suplentes- debían de estar de acuerdo de forma unánime, ya que si uno de ellos no estaba de acuerdo con el veredicto del resto del panel en alguno de los 10 cargos de narcotráfico, lavado de dinero y armas, el juicio sería declarado como nulo, escenario al que había apostado desde un inicio la defensa del capo sinaloense, integrada, entre otros, por los abogados Jeffrey Lichtman, Eduardo Balarezo y William Púrpura.

A cada de uno de los miembros del jurado le fue entregado un documento con cada uno de los cargos contra el Chapo, en el que deberían ir marcando 53 casillas sí o no es culpable de los delitos que le imputan al capo sinaloense, por los cuales pasaría el resto de su vida en una prisión de Estados Unidos.

El pasado lunes 4 de febrero, el juez Brian Cogan dio instrucciones al jurado, haciendo hincapié en que el acusado no estaba obligado a declarar a su favor, un derecho que se reservó una semana antes. “A un acusado criminal nunca se le exige que demuestre que es inocente”, señaló el magistrado.

Antes de dar a los miembros del jurado las instrucciones y especificaciones que debían cumplir al deliberar sobre el caso -mismas que duraron casi 3 horas-, el juez Cogan quiso asegurarse de que no habían leído o escuchado ningún “artículo ofensivo o sospechoso” relativo al proceso.

El magistrado se refería a un documento clasificado de la Fiscalía, divulgado el pasado fin de semana, que cita a uno de los 14 testigos cooperantes, el ex narcotraficante colombiano Alexander Cifuentes Villa, diciendo que el Chapo drogaba y violaba a adolescentes de apenas 13 años, a las que consideraba sus “vitaminas” para mantenerse joven.

Sin embargo, Cifuentes Villa no mencionó nada sobre este tema durante los cuatro días en los que prestó testimonio, y los miembros del jurado, que tienen prohibido leer sobre el juicio en los medios o redes sociales, no pueden tener en cuenta dicha información para condenar al capo sinaloense.

Tras interrogar a los jurados, el juez Cogan decidió que el juicio podía continuar como estaba previsto. “Yo no tengo opinión sobre el veredicto al que deben llegar […] No tengo perro en esta pelea”, les dijo el magistrado.

Tras menos de dos horas de deliberaciones, el jurado ya tenía cuatro preguntas para el juez Cogan. La primera fue si la “guerra contra las drogas”, como la que el Cártel de Sinaloa tuvo contra sus rivales, puede ser considerada un crimen de narcotráfico, “con específica referencia al delito de uso de armas de fuego”.

Tras una discusión entre la defensa del capo y la Fiscalía, el juez Cogan respondió que solo podían considerar el cargo de uso de armas si encuentran que el acusado era culpable de alguno de estos otros cuatro delitos:

A) integrar una empresa criminal para traficar drogas;
B) conspiración internacional para distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana;
C) conspiración para importar cocaína;
D) conspiración para distribuir cocaína.

El magistrado señaló que al considerar la culpabilidad del Chapo en estos cuatro delitos, los miembros del jurado “pueden si quieren considerar pruebas de una guerra de drogas” y cualquier otra que estimen necesaria. El jurado también quería saber si la efedrina es considerada una metanfetamina -es un componente-, sin embargo el juez Cogan no respondió y les dijo que estudiaran lo que se ha dicho en el juicio al respecto.

Los miembros del jurado también pidieron una copia del veredicto para cada jurado, lo que el juez Cogan sí les concedió, además de que preguntaron cuándo recibirán las pruebas fotográficas, a lo que el magistrado respondió que pronto.

El martes 5 de febrero pasado, después de que el jurado fuera enviado a deliberar, apareció en la misma sala 8D de la Corte Federal, el fiscal general interino de Estados Unidos, Matthew Whitaker, quien saludó uno por uno a los fiscales que estuvieron encargados del caso.

Al ser preguntado si estaba contento por el equipo del gobierno, Whitaker respondió con un escueto “sí”, todo ello mientras tanto el Chapo era retirado a las celdas del edificio de la Corte Federal, donde esperó a que los miembros jurado popular deliberaran.

El jurado solicitó el recuento completo que hicieron los narcotraficantes colombianos Jorge y Alexander Cifuentes Villa, suministradores del Cártel de Sinaloa.

Después pidieron las transcripción de Jesús “El Rey” Zambada García, el primer testigo protegido que declaró, de Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, quien estaba llamado a ser el sucesor en el liderazgo del Cártel de Sinaloa, y de Dámaso López Núñez, el Licenciado, quien fue el principal lugar teniente del Chapo.

El jueves 7 de febrero, antes de la pausa de tres días, sumaron a la lista parte del testimonio de Juan Carlos Ramírez, alias Chupeta. El jurado pidió la transcripción del relato que hizo el capo colombiano sobre una serie de diez envíos de cocaína que hizo por barco entre 2003 y 2005, con los que movieron 55 toneladas.

Durante sus alegatos finales, el abogado defensor, Jeffrey Lichtman, pidió al jurado no condenar al acusado en base a “mentiras” de testigos cooperantes que son “basura”. También aseguró que todo el proceso es una “farsa”, ya que el verdadero jefe del Cártel de Sinaloa es Ismael Zambada García, alias el Mayo, quien nunca pasó un día en la cárcel.

Por su parte, la Fiscalía solicitó al los miembros del jurado que no permita que el acusado vuelva a escapar. “No lo dejen escapar de su responsabilidad […] ¡Hállenlo culpable de todos los cargos!”, pidió la fiscal Andrea Goldbarg.

Durante el juicio, el Gobierno estadounidense presentó a 56 testigos y supuestas pruebas de la culpabilidad del capo sinaloense, incluidas llamadas telefónicas entre el Chapo y sus socios -que fueron interceptadas-, así como conversaciones con Guzmán Loera grabadas a escondidas.

Además de testigos -ex socios, ex amantes, ex empleados, ex enemigos y ex funcionarios públicos-, el Gobierno de EE.UU. presentó durante 3 meses los videos, grabaciones de audio, mensajes de texto y de mensajería instantánea, además de testimonios de expertos e investigadores de la DEA y FBI, como pruebas para incriminar al capo sinaloense.

Contrario a la Fiscalía estadounidense, el equipo de abogados del Chapo -integrado por Jeffrey Lichtman, Eduardo Balarezo y William Púrpura- solo llamaron a un testigo bajo juramento, quien, incluso, no ayudó a la causa del capo sinaloense.

Autor(a)

Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedohttps://www.carlosalvarezacevedo.com
Corresponsal del semanario ZETA de Tijuana y del periódico Noroeste de Sinaloa, desde febrero de 2016. Durante varios años fungí como editor de opinión y jefe de redacción del diario digital SinEmbargo.
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