Unas flores del camino
recogí para otra flor,
esa flor es mi adorada
es la dueña de mi amor.
Y esa rosa floreció
donde florecen las diosas,
diosas que por ser hermosas
a un mortal lo cautivó.
Alberto Torres
Tijuana, B.C.
Unas flores del camino
recogí para otra flor,
esa flor es mi adorada
es la dueña de mi amor.
Y esa rosa floreció
donde florecen las diosas,
diosas que por ser hermosas
a un mortal lo cautivó.
Alberto Torres
Tijuana, B.C.