Los estímulos fiscales decretados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador para 43 municipios de seis estados de la frontera norte de México, traerán beneficios a esta región, pero “se quedaron cortos” respecto a la expectativa generada por el político tabasqueño. Dado que, no todos los contribuyentes pueden acceder a la reducción al 8% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del 20% al Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Tampoco se trata de una Zona Libre, como ha difundido el discurso oficial, toda vez que el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 2019, no estipula un trato arancelario distinto al que existe actualmente en materia de importación; estas operaciones seguirán haciéndose a tasa del 16%.
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Aun cuando la industria manufacturera mantuvo pláticas con el Gobierno Federal y se tenía conocimiento de que las empresas IMMEX estaban consideradas en el decreto, éstas no podrán acceder al estímulo de ISR, al tributar bajo los artículos 181 y 182 de la ley que los rige.
Aunque los trabajadores “traen la expectativa de que van a tener un incremento al salario de manera representativa”, por el aumento al Salario Mínimo, “eso no se va a dar”, señaló Salvador Díaz González, presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), quien explicó que el sector no tendrá ahorro por ISR.
De modo que no podrán trasladar ese beneficio a los trabajadores en una mayor remuneración, ya que existe riesgo de que éstos pierdan distintos bonos que las empresas otorgaban, como el de productividad y puntualidad, entre otros.
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En cuanto al precio de los combustibles, el costo de la gasolina y del diésel no se homologó al de California, donde está más barata, pues se comercializa en cuatro pesos menos que de lado mexicano; pese a lo prometido por AMLO.
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