Las últimas lluvias registradas en la región provocaron el colapso del colector poniente en Tijuana, lo que causó que durante dos días se derramaran 9.4 millones de galones de aguas negras hacia Estados Unidos, reconoció el director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), Germán Lizola Márquez.
El lunes 10 de diciembre fue cuando se registró el incidente que a primera vista provocó un derrame superficial de aguas negras en un yonke de la colonia Yamile; sin embargo, la fuga llegó hasta la canalización del Río Tijuana y desembocó 5 millones de galones de aguas negras a Estados Unidos en el primer día, pero al continuar por un segundo día consecutivo, se sumó el derrame de 4.4 millones de galones más.
“Al día siguiente me comuniqué personalmente con los representantes de CILA –Comité Internacional de Límites y Aguas-, les explique sobre esta situación que se nos presentó y los trabajos que se iniciaron casi de inmediato para su reparación”, declaró el funcionario.
“Ese colector fue construido en 1992, con su estructura de cemento y un diámetro de 12 pulgadas que permite que fluya la corriente de agua sin presión. Pero con la intensidad de las lluvias, la presión aumentó golpeando las paredes de la tubería y es lo que provocó este colapso”, añadió el director de la Cespt.
Lizola detalló que el colector Poniente consta de seis kilómetros de longitud, de los cuales en una longitud de cuatro kilómetros en 2018 se programaron trabajos de reparación y mantenimiento, mientras que los dos kilómetros restantes se incluyeron en el programa de rehabilitación de 2019.
Sin embargo, al ocurrir el colapso en un tramo de 120 metros lineales ubicados en la parte del colector programada para mantenimiento hasta 2019, Lizola indicó que para atender la contingencia tuvo que solicitar un recurso emergente de 2 millones de pesos y utilizar tubería que ya se tenía en bodega.
A principios de 2017 por causas similares colapsó el Colector Oriente, así como otros nueve puntos del restos de los colectores de agua residuales de Tijuana lo que provocó la fuga de cerca de 28 millones galones de aguas residuales y la contaminación del Río Tijuana.
Para la reparación del Colector Oriente el gobierno del estado canalizó un recurso emergente de 120 millones de pesos.
Ante las constantes fugas de aguas negras causados por la obsoleta infraestructura de CESPT, en el mes de marzo de 2018 autoridades de San Diego interpusieron una demanda contra CILA en Estados Unidos por los derrames de aguas residuales, provenientes del Río Tijuana y de descargas que se vierten directamente a las playas de Tijuana, lo que ha causado se cierren las playas del lado americano.
Por las precipitaciones recientes, que son el origen del colapso del colector Poniente, se registró el cierre preventivo de las playas de la región, a lo que Lizola indicó que “es un protocolo, siempre que hay lluvias” y no tiene relación con el derrame de los casi 10 millones de galones de aguas negras.