Oscar F. Contreras, doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México (El Colef), aseguró esta mañana que luego de los estudios que han venido realizando con la Caravana Migrante que desde mediados de noviembre se encuentra en Tijuana, han observado que ésta “no representa una amenaza” para la ciudad como se ha venido manejando por parte de algunas autoridades municipales.
Luego de la presentación del informe “Caravana Migrante: Diagnóstico y Plan de Acción”, el investigador resaltó que “si tuviésemos una ciudad muy segura, tal vez habría razones para pensar que la presencia de este contingente representa una amenaza”.
Sin embargo, agregó que si se revisan las cifras sobre la incidencia delictiva en la ciudad, las personas se pueden dar cuenta que la situación de la inseguridad “ha empeorado dramáticamente” en los últimos años.
“Este mes que hemos convivido con los centroamericanos no hemos encontrado evidencia de que su presencia haya representado una elevación de los índices de la delincuencia”, dijo.
El Doctor también explicó que es evidente que “sí hay delincuencia asociada” a la caravana, como suele suceder en cualquier población o cualquier grupo humano, aunque refirió que ello es muy diferente a que la sola presencia de los migrantes haya empeorado la situación de seguridad, lo cual como gremio no les parece “cierto” contrario a lo que se ha dicho.
Por lo tanto, detalló que la misma autoridad tiene que enfocar más bien las cuestiones de seguridad a proteger a la población migrante, por un lado, y proteger las zonas de la ciudad que se vuelven vulnerables a partir del cambio de la dinámica urbana a partir de la presencia de estos migrantes.
Sobre los resultados que se obtuvieron del análisis que realizaron mientras los migrantes estuvieron en la Unidad Deportiva “Benito Juárez”, destacó que en su mayoría se trata de una población vulnerable por las condiciones de salida que tuvieron de sus hogares y las condiciones socio-políticas de sus países, sobre todo de Honduras.
Compartió que entre las acciones para coadyuvar a la situación se debe tomar en cuenta primeramente el tema de la salud, porque están expuestos a distintos riesgos y poco a poco se deben ir integrando a los esquemas de salubridad que ofrece el municipio y el estado.
En cuanto a la seguridad reiteró que estos no representan un riesgo para la población, aunque sí tienen implicaciones de las que se deben estar pendientes todas las instituciones involucradas, quienes deben mantener una mayor coordinación con los albergues para poderles brindar también mejor garantías de estancia.
Otras de las acciones que compartió es que en los albergues se debe capacitar a voluntarios para la atención adecuada de la caravana y atenerse a los estándares internacionales para retroalimentar este fin, acción con la cual se dará pie a la inserción social, para la cual, dijo, se debe de complementar con estrategias específicas previendo que en un futuro muchos de los migrantes decidan quedarse en Tijuana.