Para El Buen Fin 2018, a celebrarse del 16 al 19 de noviembre, se prevé que las ventas superarán los 100 mil millones de pesos, cantidad mayor a la reportada el año anterior.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la octava edición de la estrategia para incentivar el consumo, participarán 60 mil empresas y 700 prestadores de servicios turísticos a nivel nacional.
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) registrarán alrededor del 60% de las ventas totales, que ascenderán a 53 mil 500 millones de pesos.
Sobre ello, Claudio Kandel, director de DiSí Operaciones, señaló que en este sector empresarial el factoraje electrónico podría aumentar 30%. Explicó que el factoraje es una forma de obtener financiamiento respecto a las facturas pendientes de cobro que una empresa va a cobrar dentro de 30, 60, 90 o 120 días.
Esto es relevante porque las empresas necesitan surtir más productos en El Buen Fin, pero recibirán el pago por la mercancía dentro de cuatro meses, lo que podría generar falta de liquidez para que sufraguen la nómina, así como el pago de servicios y de sus proveedores.
Ante tal panorama, el ejecutivo recomendó a las PyMES manejar las negociaciones con sus proveedores de la misma manera que lo hacen con sus clientes. “Mi cliente me pide 30 días más, le pedirá ese tiempo a sus proveedores”.
En entrevista con NEGOCIOZ, aconsejó que las PyMES conozcan más opciones en el mercado como plataformas digitales, en las que pueden convertir el dinero que se les va a pagar en tres meses a efectivo inmediato.
Herramientas que comenzaron a desarrollarse a partir de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) instauró las facturas electrónicas.
Kandel agregó que el 65% del financiamiento comercial de México los dan los proveedores, es decir, los pequeños y medianos empresarios; grandes empresas son las que se financian con sus proveedores, muchos de ellos, pequeños y medianos empresarios sin acceso a créditos bancarios.