Tres panoramas se vislumbran con los centroamericanos: que muy pocos reciban asilo, otros tantos sean deportados o regresen a su país y la gran mayoría se quede en la ciudad u otros estados de la República Mexicana. La opción más viable para los especialistas, a pesar de que no sea el objetivo principal de los migrantes, es asentarse en Tijuana, lo cual traería a colación una problemática de coexistencia bajo el entendido que los gobiernos municipal y estatal se han encargado de polarizar la situación
Luego que un juez de Corte Federal de San Francisco, California, Estados Unidos, bloqueara la política migratoria de Donald Trump de no dar oportunidad de asilo a personas que entren de manera indocumentada a ese país, integrantes de la caravana migrante que se encuentra en Tijuana desde el 11 de noviembre, ven en ello una posibilidad real de llegar al país vecino y aspirar a una mejor vida
El objetivo ha sido claro desde que salieron de sus ciudades para encontrarse en la frontera con Guatemala: buscar el asilo de manera ordenada y a manera de bloque para ejercer mayor presión y visibilidad ante los ojos del mundo; dejar atrás sus vidas llenas de violencia, pobreza y también marginación.
Sin embargo, especialistas consultados refieren que Donald Trump no va a ser condescendiente con los más de 4 mil 500 migrantes que están en la ciudad, menos aún con todas las maniobras de seguridad que ha estado realizando en la frontera y los cruces fronterizos, y prevén que la aceptación de solicitudes de asilo serán nulas o muy escasas, más allá de que todos puedan entrar a presentarlas.
El único panorama que les queda a los migrantes es quedarse en territorio mexicano, regularizar su estatus migratorio y comenzar a trabajar para realizar sus vidas; una de las opciones más viables será quedarse en Tijuana, como en su momento lo hicieron más de 2 mil quinientos haitianos.
El problema que apuntan los especialistas es “¿cómo vamos a coexistir?”, como lo hizo saber Olivia Ruiz, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), sobre todo en una ciudad que ha sido “polarizada” por las propias autoridades municipales y del Estado, quienes con lenguaje “xenófobo”, “racista” y “criminalizado” se han encargado de disolver la esencia de arraigo migrante que por años ha caracterizado a Tijuana.
Lo que podría acrecentar el caos en las formas de convivencia e integración entre la sociedad inconforme con su llegada y presencia en la ciudad, en las autoridades que se han encargado de hacer todo lo posible para que se vayan, y para los propios migrantes que no ven futuro en una ciudad en la que a pesar del arropo de muchos, habita un miedo por los pocos que se han inconformado por su presencia.
POCAS ESPERANZAS DE ASILO
Dada la magnitud de migrantes que ya se encontraban en Tijuana a la espera de solicitar el asilo a Estados Unidos -más de 2 mil 500- y los casi 7 mil que se encuentran en todo Baja California -4 mil 500 en Tijuana-, será entre ocho meses y un año el tiempo en que puedan ser atendidos por un agente de Migración de Estados Unidos para solicitar asilo político, así lo hizo saber Francisco Rueda Gómez, secretario general de Gobierno, lo cual se suma a las pocas o nulas posibilidades que los casos que sean presentados sean acreedores al asilo, no solamente porque el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sea impulsor de políticas antiinmigrantes, sino porque esta es una tendencia que se ha venido presentando al menos desde 2012 con los centroamericanos, a quienes gradualmente
Declaran crisis humanitaria en Tijuana por caravana migrante
El jueves 22 de noviembre, el alcalde Juan Manuel Gastélum declaró una crisis humanitaria por la caravana migrante en la ciudad y convocó a organismos internacionales para “hacer frente a esta situación”.
A través de un comunicado, informó que se ejecutó esta acción debido a que la Secretaría de Gobernación “ha dejado sola” a la ciudad en el tema de los migrantes.
Recalcó que la declaración se fundamenta en los artículos 20 fracción VII y 73 de la Ley de Migración, así como el Artículo 15 fracción II de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
Estableció que la atención a los migrantes asciende a medio millón de pesos diarios, por ello solicitarán las acciones de asistencia a la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, con base a la resolución 46/182 de la Asamblea General de la ONU, en correlación con los artículos 25 y 35 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y el Artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
se han negado las entradas y al mismo tiempo incrementando las salidas o deportaciones.
Aspecto que el especialista e investigador de El Colef, Rafael Alarcón Acosta, ve como un síntoma “natural” en el entendido que países como Honduras, El Salvador y Guatemala, de donde viene el gran grueso de la caravana, además de China y México, son los países de los que más personas ha recibido Estados Unidos en los últimos años.
La mayoría de ellos viene a solicitar asilo, y para la gran parte de la caravana va a ser muy difícil conseguirlo por las cifras que se manejan sobre los que son admitidos y los que son rechazados: el 70% de centroamericanos generalmente no tiene ninguna posibilidad de poder ingresar al otro país.
Lo que puede pasar cuando el gran grueso de integrantes se entregue, es que sean deportados de inmediato cuando no se les acepten sus casos como contundente, la Ley de inmigración estadunidense explica que para la petición de asilo hay que cubrir ciertos requisitos como persecución o miedo, raza, religión, pertenecer a un grupo especial o por ideas políticas.
Acorde con el especialista, los que más posibilidades podrían tener para obtener el asilo son los del grupo LGBT, porque una de las razones es tener membresía a un grupo particular, y si ellos logran comprobar que son perseguidos por su identidad, entonces podría ser que los acepten.
Aquellos que se presenten para la solicitud de asilo y no sean aceptados, serán deportados por el gobierno de Estados Unidos, lo que abre la posibilidad de que algunos desistan porque estén cansados de esperar o por no tener una pronta respuesta, situación que incidiría en que los migrantes soliciten el retorno asistido a sus países de origen.
“Amurallan” Garita de San Ysidro; CBP realiza pruebas ante posible intento de cruce masivo
El sábado 17 de noviembre, elementos de la Policía Federal colocaron vallas metálicas de más de tres metros de altura en varias zonas de la Garita de San Ysidro, en un “operativo preventivo” ante la presencia de migrantes centroamericanos en Tijuana que buscan tramitar su asilo humanitario en Estados Unidos.
Fue alrededor de las tres de la tarde de ese sábado que los comerciantes de la zona y los automovilistas fueron testigos de la acción, que consistió en colocar un “muro” metálico del lado mexicano de la garita en dos carriles del lado izquierdo del paso vehicular, cerca del cruce peatonal y en el área de venta de artesanías.
Por parte de las autoridades norteamericanas se llevaron a cabo dos cierres temporales de la Garita de San Ysidro, uno la madrugada del lunes 19 y otro por la tarde del jueves 22 de noviembre, en ambos se sostuvo que la intención era un operativo preventivo y de preparación ante un posible cruce ilegal por parte de los centroamericanos que se encuentran en esta ciudad fronteriza.
El cierre del lunes 19 fue por un lapso de tres horas, a partir de las 3:30 hasta las 6:40 am; ningún vehículo ni persona pudo ingresar a Estados Unidos, lo que causó molestia en los usuarios que diariamente transitan para estudiar o trabajar.
De acuerdo a lo declarado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), este cierre sólo fue para reforzar la seguridad de la garita, para ello se colocaron muros de cemento con alambre de púas en los tres primeros y en los tres últimos carriles del cruce vehicular de dirección sur a norte; posteriormente se instalaron entre cada carril.
El cierre del jueves 22 de noviembre fue anunciado unas horas antes, de acuerdo a un comunicado, sería por diez minutos, sin embargo, se prolongó por más de 50, en los cuales elementos del CBP, del Equipo de Respuesta Especial (SRT) y del Ejército de Estados Unidos realizaron un simulacro con maniobras para la posible “contención” de personas que busquen cruzar ilegalmente. Lourdes Loza Romero
LO VIABLE: QUE SE REGULARICEN EN MÉXICO Y SE QUEDEN EN TIJUANA
Para la especialista Olivia Ruíz, lo interesante de toda la caravana es que, como los haitianos, decidan quedarse la gran mayoría en Tijuana, porque entonces sí se generarían “grandes y fuertes” retos como el proceso de integración y coexistencia de los migrantes centroamericanos en una sociedad que ha sido polarizada por las propias autoridades gubernamentales.
“La gran pregunta es ¿cómo vamos a coexistir, si ellos deciden quedarse?”, situación que ya deberían estar previniendo las autoridades en conjunto con la misma sociedad, para emprender medidas como el hecho de prestar atención a las necesidades y poder recibirlos en la ciudad como los europeos han recibido a los sirios, afganos, entre otros.
Dadas las circunstancias de que han sido las propias autoridades las encargadas de llevar al extremo las opiniones personales y ciudadanas, la especialista considera que para esos momentos se va a requerir de liderazgos sociales, instituciones y organizaciones, que coadyuven a resarcir el problema de resquebrajamiento entre la sociedad, que se ha volcado a favor y en contra de los que podrían ser los nuevos inquilinos de Tijuana.
Otro de los retos es que estos liderazgos ayuden a romper con todos los rumores e incertidumbre que se ha generado en torno a esta situación, para que “bajen los ánimos” de quienes se han mostrado incendiarios con sus pares, aunque teme que estos liderazgos, que ya existen en algunas trincheras, utilicen su poder para acrecentar los miedos de la sociedad y entonces sí todo se vuelva un caos.
Importante consideran los especialistas que entre individuos y ciudadanos se comiencen a trabajar los prejuicios, los resentimientos y los rencores, para lograr el entendido de que a final de cuentas “todos podemos coexistir” en un mismo sitio en el que las oportunidades se les brindan a todos.
“Esto ya se veía venir, por varios años los académicos habíamos estado hablando de esta posibilidad de que se diera una migración masiva y los gobiernos debieron haberse preparado para poder hacer una recepción de este flujo migratorio. La ciudad necesita ordenarse y ver de qué manera puede apoyar, ya sea que decidan regresar a sus países de origen o quieran quedarse en México”, expresó Rodolfo Cruz Piñeiro, director del Departamento de Estudios de Población y director de la revista Migraciones Internacionales de El Colef.
Más de 7 mil migrantes centroamericanos en BC
Más de 7 mil migrantes centroamericanos se encuentran actualmente en Baja California, afirmó el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez, de los cuales el 85 por ciento son originarios de Honduras.
El funcionario dijo que antes de que llegara esta caravana migrante, en el Estado ya había 2 mil 800 personas esperando cita con migración de Estados Unidos, las cuales serán atendidas dentro de los próximos dos meses aproximadamente.
Rueda Gómez reconoció que esta situación se vuelve más compleja para las ciudades que están recibiendo a los migrantes, 5 mil 800 en Tijuana y el resto en Mexicali, por lo que se realizan gestiones ante el Gobierno Federal entrante y saliente para que presten ayuda.
Sobre la movilización de migrantes hacia las garitas, “consideramos que no es el camino correcto” marchar en señal de protesta, buscando llamar la atención del gobierno de Estados Unidos, declaró.
Ante la amenaza del cierre total de la frontera por parte del Presidente Donald Trump, comentó que provocaría un deterioro económico para la región, tomando en cuenta que diariamente 70 mil vehículos y 40 mil personas a pie cruzan por Tijuana. Marco A. Flores Mancilla
GOBIERNO NO QUIERE A MIGRANTES; LAMENTABLE DISCURSO “XENÓFOBO”
“No me atrevo a calificar a esas personas como migrantes, dentro de este grupo de personas se ha colado una serie de viciosos (…) Son una bola de vagos y marihuanos”, fue la manera en que se expresó el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, respecto a los integrantes de la caravana migrante que desde el domingo 11 de noviembre arribaron a la ciudad.
En entrevista para un diario de la Ciudad de México, realizada el jueves 15 de noviembre, el presidente municipal pidió se les aplique de inmediato el Artículo 33 Constitucional por “indeseables” y porque “no queremos que estén molestando a Tijuana”, lo que ha causado la simpatía de un sector de la población, pero el rechazo de gran parte de la sociedad y la academia, por considerar su lenguaje como “xenófobo” y “racista”.
“Cuando vienen de algún funcionario público como el alcalde sin duda alguna son lamentables ese tipo de comentarios, yo llamaría a la cordura y analicemos la historia de esta ciudad y de los inmigrantes que cruzan por aquí hacia Estados Unidos”, opinó Rodolfo Cruz Piñeiro.
Lenguaje que “en nada abona a la situación que padecen actualmente los migrantes”, como bien lo señaló en entrevista Edgar Corzo Sosa, quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien se reunió con el alcalde para hacerle saber sobre lo complejo e innecesario del discurso, el cual no debe emplearse por parte de un funcionario público.
Por esta situación y por el empleo de la cero tolerancia contra los migrantes, el propio Gastélum Buenrostro, así como el gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, fueron señalados en una queja que presentaron en conjunto el Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria y la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, ante la representante de la Comisión Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred).
En varias ocasiones, activistas como Soraya Vázquez, del Comité Estratégico y Gaba Cortés, de Ángeles de la Frontera en Tijuana, han compartido que por esta situación al ahora alcalde, que “en su espalda carga” casi 4 mil homicidios, se le va a conocer como “el presidente municipal que no quiere a los migrantes” o “el Donald Trump de la caravana”.
INM Y SECTOR EMPRESARIAL BUSCA INTEGRAR A MIGRANTES
Lejos de esos discursos “discriminatorios” el sector empresarial de la zona de Otay, en conjunto con el Instituto Nacional de Migración (INM), realizan una feria de empleo para migrantes, con la intención de integrarlos al mercado laboral de la ciudad lo más pronto posible.
Las cifras de la SSPM
* 108 migrantes centroamericanos detenidos por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal
* 53 fueron presentados ante el Instituto Nacional de Migración; 42 ya se encuentran en proceso de deportación
* 41 fueron detenidos por posesión de droga, dosis de consumo personal de marihuana
* 22 por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública
* 4 fueron turnados al Ministerio Público, uno por el robo de un pantalón
Mario Madrazo, director general de Control y Verificación del INM, compartió que no se trata de un programa específico y tampoco es “nada extraordinario”, sólo de “un esfuerzo” de colaboración entre todas las dependencias del Gobierno Federal para ofrecer una ventanilla única donde se acerquen los integrantes de la caravana y encuentren una respuesta a sus dudas por parte del INM, la Secretaría del Trabajo y quien se sume a este esfuerzo.
En la feria que se lleva a cabo desde el lunes 19 de noviembre en Proyecto Salesiano, se han registrado 83 personas interesadas que están accediendo a una bolsa de empleo en plazas de Baja California y el resto del país, principalmente en maquiladoras de la ciudad.
Mario Corzo detalló que existen varios mecanismos para acceder a ello, una de éstas la oportunidad para todo solicitante de refugio para que pueda entrar a trabajar mientras está su proceso, pero hay otros procedimientos.
El joven hondureño James Antoni Rodríguez, originario de San Pedro Sula, es uno de los migrantes que decidieron tomar la opción de regularizarse y obtener un trabajo mediante este proceso, como lo hizo saber a ZETA. Él y 17 personas más reciben capacitación los días jueves y viernes, y el lunes 26 de noviembre estarán ya insertándose en el ámbito laboral.
Los 18 migrantes actualmente se albergan en el refugio temporal en la Unidad Deportiva “Benito Juárez” en la Zona Norte, pero tienen planes de rentar un espacio para todos y, por lo menos James, quedarse para hacer vida en esta ciudad, donde espera estar hasta que en Estados Unidos llegue otro Presidente con el que vea mejores opciones para emigrar, de lo contrario, Tijuana sería su casa.
Marcha anti migrante en Tijuana, del rechazo a la violencia
Más de 400 personas se reunieron la mañana del domingo 18 de noviembre para manifestar su rechazo ante la presencia de migrantes centroamericanos en Tijuana. La convocatoria inició en redes sociales una semana antes, cuando integrantes de la comunidad LGBT arribaron a la ciudad.
Sin embargo, después del violento altercado entre ciudadanos y migrantes en Playas de Tijuana la noche del 14 de noviembre, el cual se derivó de una reunión convocada por residentes de esa zona, la invitación a manifestarse cobró una nueva dimensión.
En un inicio, familias y residentes de Tijuana subieron a la Glorieta Cuauhtémoc para ondear banderas de México y sostener pancartas en las que calificaban la llegada de la caravana migrante como un acto ilegal, incluso una invasión.
Algunos de los asistentes sostenían que no se trataba de una postura racista o xenófoba, sino basada en la exigencia de que se cumpliera la Ley. Otros, en cambio, sí manifestaban que su preocupación por la posible comisión de delitos por parte de los centroamericanos, o las ideas de que son personas con “poca educación” o “falta de limpieza”.
La mayoría de estos comentarios encontraban su origen en publicaciones en redes sociales, notas de medios de comunicación sacadas de contexto y más.
Alrededor de las once de la mañana, una parte de los reunidos comenzaron a caminar sobre Paseo de los Héroes en dirección al Centro de la ciudad. Muchos de ellos admitieron no saber adónde se dirigían, mientras otros les pedían permanecer en el lugar ante la posibilidad de que el grupo llegara hasta el albergue de la Zona Norte, para provocar una confrontación.
Algunas personas, inclusos con niños, siguieron el camino y finalmente arribaron a la Avenida 5 de Mayo esquina con Baja California, a dos cuadras de distancia de la Unidad Deportiva “Benito Juárez”, donde se encontraba el campamento temporal instalado por el gobierno municipal para dar refugio a cientos de familias y hombres de la caravana migrante.
En esta ocasión y a diferencia de lo ocurrido en Playas de Tijuana el 14 de noviembre, la Policía Municipal se preparó con cien elementos, una primera fila de agentes con equipo anti motín se encontraba después de unas barreras de concreto y vallas metálicas.
Liderados por un grupo de hombres que fueron desconocidos por los organizadores de la marcha, con los rostros cubiertos, palos y otros objetos, los manifestantes comenzaron a agredir a los policías, golpeando sus escudos y pateándolos para intentar derribar las vallas, arrojándoles objetos.
La Secretaría de Seguridad Pública no realizó ningún arresto, pero sí contuvo al contingente, conformado por unas 250 personas, impidiéndoles el paso al albergue.
Durante intervalos, en el transcurso de poco más de tres horas, algunos manifestantes intentaron romper nuevamente el cerco policial; lanzaban insultos, coreaban frases anti migrantes e incluso cantaban el Himno Nacional Mexicano.
Con presencia del Grupo de Operaciones Estratégicas y de la Unidad Canina, la Policía Municipal mantuvo la vigilancia en el área hasta que los manifestantes se dispersaron.