El que no haya material útil y necesario para trabajar en el hospital general de Tijuana, es responsabilidad del director de tal nosocomio. Él como responsable y cabeza principal del desarrollo de ese centro de salud, tiene la obligación de exigir que a este sitio no falte nada de gasas, guantes, sueros, sangre y tantas otras cosas.
Si no ve la solución debía protestar y parar labores. La afiliación al seguro popular es una imagen falsa, televisada de lo que realmente se cuenta en ese hospital general. Los pacientes tienen y exigen a los médicos lo que se les recetas. Un paciente no puede ir a exigir al seguro popular o al gobierno en pésimas condiciones de salud; no puede dejar la cama de internación y acudir a protestar. Para eso está el director, enfermeras, cirujanos, ellos tiene la calidad moral de exigir a sus superiores. En consecuencia, están trabajando, dizque, “medio” trabajando sin dar medicinas en la farmacia del hospital. Deberían recibir, entonces, medio sueldo de paga; “medio que reciben su paga”.
Ellos mismos engañan y se engañan, “medio” trabajan y la vida de los pacientes está en peligro. El director del hospital debe exigir los utensilios de trabajo. Y si no hay respuesta, por calidad moral, el responsable de la vida de los pacientes mejor que renuncie si no puede. Él debe pedir si no hay respuesta irse a protesta o huelga. Recordemos que Guillermo Trejo Dozal estuvo preso, y a pesar de ello no es una persona non-grata, incluso hoy es secretario de salud y lamentablemente vemos que no atiende al Hospital
General.
Y el director del Hospital General, Clemente Humberto Zúñiga Gil, debe y es responsable del mecanismo del H6. Tantos millones de pesos que el Gobernador da, regala. Francisco Vega de Lamadrid es “investigado” por malos manejos de gobierno y las consecuencias, pacientes vulnerables a sufrir dolor o morir. Que tres funcionarios no se ponen urgentemente a solucionar tal carestía. Ven H6 mentirosos que la “gente manda”, Sr. Kiko: Dozal no debía estar en SSA y el director debía protestar o renunciar por el bien de los pacientes. Recordemos, con la salud no se juega, señores funcionarios pues no hay ni paracetamol: ¡increíble!
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B.C.