La caravana de migrantes centroamericanos se trasladan desde Ciudad Isla hacia Córdoba, en el estado de Veracruz -un trayecto de dos horas en automóvil-, una zona donde se ha acusado que la Policía está coludida o infiltrada por el crimen organizado. Ante ello, no caminarán como es su costumbre, si no que esperan que los lleven de “aventón” sobre la carretera, para no tener que pasar por Tierra Blanca.
A finales de septiembre pasado, la Fiscalía de Veracruz giró orden de aprehensión a 15 expolicías de la Secretaría de Seguridad Pública, por el homicidio de cinco jóvenes en Playa Vicente, desaparecidos en Tierra Blanca, el 11 de enero del 2016.
Los jóvenes asesinados volvían desde Veracruz a Playa Vicente cuando fueron detenidos sobre la carretera federal La Tinaja-Ciudad Alemán, por una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública. Los elementos presuntamente los privaron de su libertad y los entregaron a integrantes del crimen organizado.
Cientos de personas -entre ellos niños, jóvenes, algunos discapacitados y otros lesionados por los días de caminata-, esperan a un lado de la vía, otros suben a las cajas de los tráileres. Los menos se van caminando. “Personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) les ha repartido tarjetas con la carga de derechos de los trabajadores migrantes, que ellos se colgaron en el pecho como escapularios”, indicó el diario Reforma.
El rotativo también reportó que integrantes de organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tratan de auxiliarlos para coordinar su subida a los camiones. Piden que primero suban mujeres y niños, además de que a los transportistas les piden llevarlos lo más cerca a la Unidad Deportiva “El Mexicanito”, en Córdoba, donde estará el campamento de la caravana, que primero pasará por Puebla y después se trasladará a la Ciudad de México.
El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, anunció el viernes pasado que los centroamericanos dispondrían de camiones para trasladarse a la capital de la República -después de que cruzaron Chiapas y Oaxaca-, sin embargo, luego se retractó, excusándose en el corte de agua que comenzó desde el miércoles en la Ciudad de México.
Voceros y líderes de la caravana migrante decidieron continuar caminando hacia la Ciudad de México y rechazaron la invitación del mandatario estatal veracruzano de resguardarse en el puerto de Coatzacoalcos hasta el próximo martes, cuando se “solucione” el problema de desabasto de agua en la capital del país.
Por otra parte, el Gobierno Federal mexicano estimó que alrededor de 5 mil 347 centroamericanos están en tránsito como migrantes en las varias caravanas que caminan por el país. De estos, un grupo de 4 mil 347 migrantes permanecía ayer en Veracruz, según un comunicado conjunto de las secretarías de Gobernación (Segob) y de Relaciones Exteriores (SRE).
Según las autoridades federales, un segundo grupo de mil centroamericanos se encontraba ayer en Loma Bonita, Oaxaca, en la frontera con Veracruz. Asimismo, informaron, se encuentran en trámite las solicitudes de refugio de 2 mil 793 migrantes que aceptaron permanecer en Tapachula, Chiapas, en tanto se resuelve su situación, mil 650 de los cuales se encuentran alojados en el albergue del Recinto Ferial de ese municipio fronterizo.
Por otra parte, la Arquidiócesis de Puebla dispuso albergues en las parroquias de La Asunción y San Juan de los Lagos para atender a los migrantes. En tanto, las autoridades de la Ciudad de México alistan la Sala de Armas y el estadio Jesús Martínez Palillo en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca para recibir a 5 mil centroamericanos.
-Con información de Reforma y Excélsior.