El incendio que arrasó el viernes y el sábado la localidad de Paradise, en el norte de California, denominado el “Camp Fire”, es el más mortal de la historia de dicho estado desde que se tienen registros, con un saldo de 42 personas muertas y más de 200 desaparecidas, que aún están siendo buscadas por sus familiares entre los escombros de una ciudad calcinada.
Hasta el momento el fuego ha arrasado 45 mil hectáreas y destruido 6 mil 700 construcciones, la gran mayoría viviendas de la ciudad de Paradise, de 26 mil habitantes, cuya mayoría permanecen bajo orden de evacuación obligatoria.
El año pasado 22 personas murieron en otro incendio de características similares en Santa Rosa, una zona urbanizada en medio de la naturaleza. En aquella ocasión, la mayoría de las víctimas fueron personas mayores que no pudieron escapar a tiempo.
Ayer lunes por la noche, después de 4 días, los bomberos indicaban que el incendio estaba controlado en un 30 por ciento. Sin embargo, el principal factor, los vientos fuertes y secos del desierto, se reavivaron el domingo y podrían durar hasta el martes.
Dichos vientos -llamados de Santa Ana o del Diablo- son un fenómeno natural habitual durante los meses de octubre y noviembre en California. Secan todo a su paso y hacen que las pavesas vuelen kilómetros y expandan el fuego a toda velocidad.
Por otra parte, el llamado “Woolsey Fire” consume las montañas de Santa Mónica y ha obligado a evacuar por completo localidades lujosas como Malibú. En Paradise al menos 370 casas han sido destruidas, sin embargo, esta es sólo estimación preliminar, porque los bomberos no han podido aún acceder a algunas zonas.
Las autoridades locales calculan que 5 mil 700 casas están amenazadas por el Woolsey Fire. El viernes, el fuego destruyó un rancho que sirve de escenario para películas del oeste desde 1927 y recientemente fue utilizado para la serie ‘Westworld’, transmitida por la cadena HBO.
En el perímetro bajo evacuación obligatoria están también las poblaciones de Calabasas o Thousand Oaks, donde tienen sus mansiones muchos famosos del mundo del espectáculo, entre ellos Lady Gaga, Martin Sheen, Guillermo del Toro, Miley Cirus, Neil Young o Robin Thicke.