Las autoridades japonesas arrestaron este lunes en Tokio, a Carlos Ghosn, presidente de Nissan, Mitsubishi Motors y Renault, por supuesta evasión fiscal.
Según diversas agencias y medios locales, Ghosn fue interrogado por la fiscalía nipona por supuestamente haber ocultado una serie de sobresueldos que habría recibido.
Fuentes de Nissan, citadas por EFE, aseguraron, además, que la junta directiva de la empresa planea pedir la destitución de Ghosn. Según estas mismas versiones, las irregularidades habrían sido detectadas por la propia empresa en una investigación interna.
La compañía automovilística anunció que esta noche dará una rueda de prensa para proporcionar más detalles del caso, y en un comunicado oficial confirmó que Ghosn estaba siendo investigado por la compañía “desde hace varios meses”.
Según Nissan, las investigaciones estaban ligadas a “malas conductas” de su máximo directivo y de otro alto ejecutivo del grupo, Greg Kelly.
“La investigación demostró que durante muchos años tanto Ghosn como Kelly han venido reportando cantidades de compensación [financiera] en su informe a la Bolsa de Tokio que eran menores a las cifras reales”, señaló la compañía.
En una rueda de prensa, el segundo máximo direcrivo de Nissan, Hiroto Saikawa, calificó los hechos como algo que “no puede tolerar la compañía”. Sin embargo, prefirió no dar detalles sobre las irregularidades detectadas porque se trata de una investigación abierta.
Ghosn (de nacionalidad franco-brasileña) está considerado el hombre de negocios más influyente de Japón desde que en 1999 asumiera el puesto de consejero delegado en Nissan para liderar su recuperación, a consecuencia de una alianza de capital con la francesa Renault, de la que procedía el empresario.
En la siguiente década, Ghosn se convirtió en presidente de ambas empresas, y en 2016 añadiría a esta alianza a Mitsubishi Motors, pasando también a ser presidente de la misma.