Francisco García Burgos fue dirigente del Partido Acción Nacional, síndico procurador en Tijuana y secretario general de Gobierno. Militante del PAN por 26 años, renunció hace unos tres años, cuando la corrupción, el mayoriteo y los vicios internos se confirmaron como una estrategia de los grupos blanquiazules avalados por los gobernantes emanados de ese partido; prácticas que terminarían por hacerles perder el gobierno. Para pocos es un secreto que García Burgos busca convertirse en candidato a la alcaldía de Tijuana por Movimiento Regeneración Nacional. Como muchos otros, han encontrado refugio en el partido que tiene mayoría en las cámaras legislativas federales y que a partir del 1 de diciembre ostentará la Presidencia de la República. García aspira llegar a la candidatura como externo y ciudadano no afiliado a Morena. Aparte de las entrevistas que ha sostenido con líderes del partido de Andrés Manuel López Obrador en el centro del país, en Baja California ha intensificado su presencia en las calles a partir de espectaculares y vallas que, con su imagen, promueven una fundación que hace un par de años inició. La idea, dice, es que si efectivamente en Morena eligen a los candidatos vía encuesta, “Paco” esté presente en el imaginario colectivo. A la par -aseguran-, prepara el plan para mejorar las condiciones de la ciudad. Ahí, refieren sus cercanos, destaca un metro. Sí, un modo de transporte subterráneo que contenga el caos de los desplazamientos en calles, bulevares y avenidas, y aparte, sea suficiente para los residentes de las múltiples viviendas verticales que se construyen en la ciudad. Lo que sí, las rutas troncales para camiones ya están rebasadas por el crecimiento de la mancha poblacional.