Una caravana de más de casi cuatro mil migrantes hondureños logró ingresar a México proveniente de Guatemala, al cruzar por el puente internacional Suchiate.
Minutos antes se encontraron con un cerco de militares y de efectivos de la Policía Nacional Civil guatemalteca que les frenó el paso.
Los líderes de los migrantes pidieron al Gobierno de México que abriera sus fronteras, que les otorgue asilo político y que no los trate como “delincuentes”, además de que pidieron que los investiguen, ya que afirman no haber cometido delitos.
Del lado mexicano de la frontera, uno 400 policías federales resguardan la zona, donde también se encuentra personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).