Dicen que el gobernador Francisco Vega de la Madrid está planeando revivir el tema de la creación de la Fiscalía General del Estado para inicios de 2019, por lo que varios funcionarios ya se andan moviendo para ser considerados.
Se dice que está descartada para el cargo la actual procuradora, Perla del Socorro barra Leyva, por lo que ya se sienten con méritos para quedarse seis años en ese importante cargo: el actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Gerardo Sosa Olachea, y su subdirector del Sistema Estatal Penitenciario, Héctor Limón Grijalva.
Ambos presumen que son muy cercanos al jefe del Ejecutivo y que tienen experiencia probada para que los diputados puedan aprobar su designación como fiscal general.
Otros aspirantes son los subprocuradores de Tijuana y Mexicali, Jorge Álvarez y Fernando Ramírez, respectivamente, pero con menos posibilidades.
Hay quienes consideran que uno de los prospectos más fuertes era el entonces subprocurador de Investigaciones Especiales, José María González, pero la procuradora Ibarra lo tuvo que sacrificar ante los golpeteos que recibió desde la SSPE en confabulación con personajes al interior de la propia Procuraduría General de Justicia del Estado.
Rescate
El Gobierno del Estado ha encontrado un buen lugar para acomodar a sus allegados y a todos los que en algún momento le han servido.
Tal es el caso de la ex diputada María del Rosario Rodríguez Rubio, “rescatada” por la administración estatal para evitar que permanezca desempleada, abriéndole un espacio en la titularidad de la Comisión de Arbitraje Médico.
Durante la XX Legislatura, Rodríguez fue diputada y al cambio de administración logró ingresar a la nómina estatal en la Secretaría de Educación, para después alcanzar la diputación federal, de la que pidió licencia para buscar la candidatura al Senado de la República, pero finalmente cedió terreno a actual legisladora, Gina Cruz.
A ella se une la ex candidata Mónica Bedoya, quien fue apaleada por la actual diputada Marina del Pilar Olmedo. Actualmente se posiciona en la dirección del Instituto para la Mujer del Estado de Baja California.
Siguen incompletos en el Poder Judicial
El Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) tiene poco más de un año que de plano, no puede funcionar con normalidad. Entre la incapacidad de la magistrada Olimpia Ángeles Chacón, la licencia de la hoy procuradora Perla del Socorro Ibarra Leyva, y los constantes amparos, la integración de salas ha sido un verdadero problema.
Actualmente hay dos espacios vacantes, el del ex Magistrado Félix Herrera -quien dejó el cargo por cumplir 70 años de edad- y la incapacidad de María Esther Rentería, quien de nuevo prolongó su regreso por cuestiones de salud.
El problema es que sólo hay un magistrado supernumerario disponible, Fausto López Meza, por lo que el pleno quedará desintegrado y una de las salas civiles -que apila más de cien expedientes en su escritorio- no podrá resolver hasta que se dé una solución.
Tanto conflicto se debe, como siempre, a las pugnas de poder prevalecientes en el TSJE y la intervención de algunos actores de la Secretaría General de Gobierno.
Insistencia
Continúa la exigencia para la renovación de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional en Baja California, en manos de José Luis Ovando Patrón, la cual llegó hasta la Sala Regional de Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, mediante recurso presentado por el ex legislador Carlos Alberto Astorga Othón.
Acompañado de diversos ex funcionarios, Astorga anunció la presentación del juicio para la protección de los derechos político-electorales, ante la negativa del Comité Directivo Estatal de lanzar una convocatoria para renovar la dirigencia estatal.
Según Astorga Othón, desde el 7 de octubre se debió lanzar la convocatoria para la renovación del Comité Estatal.
Foto incómoda
Miguel Lepe Bravo fue puesto por su padre, Humberto, en la regiduría en la administración de Francisco Pérez Tejada Padilla, cuando no cargaba con mérito alguno. Incluso cercanos a él señalan que no conocía ni las calles de Mexicali, debido a que había residido en la Ciudad de México. Pero de aquel cargo, pasó a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Desde entonces buscaba la alcaldía de Mexicali, primero con el Partido Revolucionario Institucional, y ahora dice que por Movimiento Regeneración Nacional. Para la gente cercana a la izquierda fue un balde de agua fría que Lepe Bravo apareciera junto con Carlo Bonfante y la cúpula de Morena, ya que, afirman, es un junior que no cuenta con mérito para ser considerado para un cargo de elección popular.
A ver cómo le va.