Desborda sensualidad en el escenario, lleva el ritmo por dentro y sus contoneos, bailes y sugestivas poses, arrancaron más de un suspiro la noche del miércoles 5 de septiembre en su presentación en San Diego, California, donde Shakira fue recibida por cerca de 12 mil fanáticos que abarrotaron el Valle View Casino Center.
La colombiana está de vuelta, demostrando que el trago amargo por su problema de salud en sus cuerdas vocales que la mantuvo en reposo cuando recién iniciaba su gira “El Dorado”, está atrás. Ella se entregó en cuerpo y alma a su gente, arropada por sus músicos y una excelsa gama de parafernalia en la que incluyó confeti dorado, explosiones con fuego y fuegos artificiales, mientras luces multicolores le dieron un toque de espectacularidad al concierto.
Tras seis años de su última gira, la compositora saltó al escenario ante el griterío de sus fanáticos que impetuosos se volcaron a recibirla, sabedores que esa noche sería fascinante, mientras se escuchaban los acordes de “Estoy Aquí” y “Dónde Estás Corazón”, iniciando con furor su show.
El recorrido musical fue seleccionado como un homenaje a su carrera, con éxitos como “She Wolf”, “Si te Vas”, “Inevitable”, “La Tortura” y “Rabiosa”, fusionándose con lo más nuevo de su discografía: “Me Enamoré”, “Amarillo”, “Toneladas”, “Perro Fiel”, entre otras, y teniendo como invitados especiales a Maluma, Rihanna, Carlos Vives, Nicky Jam y Alejandro Sanz, presentes en el show gracias a la magia de la tecnología.
“Están tan cerca de mí, es increíble, ustedes están tan cerca de mí… Esto es estupendo, muchas gracias por venir a todos ustedes, es muy grato para mí estar de regreso”, externó Shakira a su público, además de agradecerles el cariño y la paciencia por la espera, prometiendo que los compensaría por ello y así lo hizo:
“Tenía tantas ganas de venir desde hace mucho tiempo; saben que la música nace en mí porque ustedes hacen que esto suceda, así que muchas gracias”.
Shakira se adueñó de la voluntad de todos los presentes que bailaron, cantaron y se envolvieron en las historias allí compartidas. Ella no solo cantó y bailó, también tomó las baquetas y ejecutó con maestría la batería, en un segmento del tema “Can’t Remember to Forget You”. También rasgó en más de una ocasión su guitarra, la cual abrazaba con fuerza. El motivo lo dio a conocer después, cuando al término de la canción, mostró el instrumento en el que estampó una fotografía de sus hijos Milan y Sasha, así como de su pareja, Gerard Piqué, la cual presumió al público.
Todo el tiempo se mostró feliz, su sonrisa la delataba, regalando un show colorido, dinámico y alegre, volcándose en sensualidad, mostrándose como una de las cantautoras más exitosas, cuyo “El Dorado World Tour” ha logrado colgar el letrero de “sold out” en las diferentes plazas donde se ha presentado. Y San Diego no fue la excepción.
Tras dos horas de actuación, la colombiana cerraría su espectáculo con “La Bicicleta”, mientras miles de fanáticos danzaron con ella el éxito que comparte con Carlos Vives.