En su Sexto Informe, el Presidente ignoró mencionar los daños que ha dejado su paso por el Gobierno Federal; en cambio, discurrió en “las bondades” y cifras alegres, por ejemplo, el gasolinazo que, dijo, benefició a millones de mexicanos. Franqueado y aplaudido por los líderes de Morena, gobernadores, empresarios y militares, Peña Nieto prepara su despedida
Fue la última vez que Enrique Peña Nieto se postrará frente a una audiencia tan representada y numerosa para “rendir” su informe de gobierno. Está a meses de concluir su administración y en su mensaje sopló el aire del auto halago, las cifras felices y la estampa de un México que no todos comparten.
Peña terminó diciendo en su discurso, seguido de aplausos en Palacio Nacional, que luego de su gobierno: “hoy somos un mejor país”.
El sexto y el último mensaje con motivo del Informe Presidencial, siguió la costumbre que inició el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, el de evitar acudir a la Cámara de Diputados para sortear el reclamo de la oposición legislativa.
En cambio, tal como lo hizo el panista durante el sexenio anterior, Peña formalizó la entrega del Informe en el Congreso por medio de su secretario de Gobernación y convocó dos días después, en un recinto controlado, con sus invitados y familia, para poder hablar positivamente de sus logros.
Franqueado por los líderes de Morena en el Congreso de la Unión, Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, y de Martí Batres, presidente del Senado, Peña sostuvo que sus grandes logros fueron las reformas estructurales, incluyendo la energética y la educativa, así como la eliminación del subsidio a las gasolinas que disparó los precios.
Paradójicamente, también entre su público, la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, Peña Nieto presumió esas banderas que representaron la lucha del movimiento electoral que está por relevarlo.
La “audaz agenda” de Peña
Poco arrepentimiento y autocrítica mostró el titular del Poder Ejecutivo en su informe-despedida, pues al inicio de su mensaje comenzó asegurando que desde que inició su gobierno, inició “la transformación del país” al renovar las leyes e instituciones.
“Para iniciar esta gran transformación, dada la pluralidad de fuerzas políticas en nuestro país, era necesario establecer un nuevo entendimiento nacional, así surgió el Pacto por México que permitió concretar una audaz agenda de cambios profundos”.
Cuando se refirió a los “cambios profundos”, aludió a “las reformas (que) no fueron un fin en sí mismas, (pero que) han sido medios para avanzar hacia una sociedad más libre, incluyente y prospera, sustentada en una economía moderna y dinámica”.
Y fue más allá al afirmar que el eje de su gobierno fueron justamente las “reformas estructurales”, entre ellas el Nuevo Sistema de Justicia Penal, la Reforma Energética, la Hacendaria, donde se aumentaron diversos impuestos, y el Sistema Nacional Anticorrupción que no pudo concretar, entre otras.
“Las reformas estructurales -dijo- son, sin duda, el logro más trascendental de esta administración y nuestra mayor aportación al futuro desarrollo del país”.
La inseguridad en el mundo de Peña
El presidente evitó mencionar que su sexenio ha sido, en la historia del país, el más inseguro en cuanto a delitos de alto impacto, como los homicidios y los secuestros. Tampoco que prácticamente, año con año aumentaron la mayoría de los delitos, datos obtenidos por el propio secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Pero esta información sobre la inseguridad en el país, no tuvieron cabida en el mensaje del mandatario priista. En cambio justificó al Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio que se decretó en su gobierno.
Sobre este cuerpo normativo, afirmó que “es perfectible, pero ha sido el cambio más importante de nuestro régimen de Justicia Penal en más de un siglo al sentar las bases para una impartición de justicia más expedita, transparente e imparcial”.
El control del narco es cosa del pasado, dice
Cuando Peña se habló sobre los grupos criminales, “especialmente aquellos que ejercían control territorial sobre amplias zonas de la geografía nacional”, los mencionó conjugados en tiempo pasado: “Enfrentamos a todos los grupos criminales…el gobierno de la República tuvo éxito al disminuir significativamente las capacidades de esas organizaciones”.
Según Enrique Peña, “durante los primeros años” se lograron importantes “reducciones en los índices de violencia”. Aunque luego justificó que el “debilitamiento” a esos grupos “provocó el surgimiento de bandas criminales de menor tamaño sin que existieran en el ámbito local, las capacidades policiales necesarias para enfrentarlas con eficacia”. En pocas palabras, su gobierno acabó con los cárteles de las drogas, los mismos que se reorganizaron en menor esfera fuera del ámbito federal.
“Fueron neutralizados 110 de los 122 objetivos”, presumió.
En un hilo de resignación remató: “estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para todos los mexicanos en todos los rincones del país”.
Su México incluyente
En cuanto a desarrollo social, el inquilino de Los Pinos comentó que buscó “construir un país donde nadie se quede atrás”. De ejemplo puso su programa “Cruzada contra el Hambre” y aseguró que más de dos millones de mexicanos salieron de pobreza extrema, “de continuar esta tendencia, México podrá eliminar la pobreza extrema antes de terminar la década siguiente”.
Sin embargo, las propias cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social aseguran que el 40 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza.
El gasolinazo, el otro “gran logro”
En los temas de educación y economía, tampoco hubo espacio para la autorreflexión.
En materia educativa aseveró que fue “indispensable recuperar la rectoría…evitando que siguiera siendo rehén de intereses particulares e ilegítimos”, aludiendo a la maestra Elba Esther Gordillo, sin mencionarla.
En el plano de la economía, Peña declaró que se privilegió “la estabilidad”, tomando “decisiones difíciles e impopulares, pero necesarias”, como lo fue decretar la Reforma Hacendaria para dejar de depender del petróleo o “haber eliminado el subsidio a la gasolina que favorecía a las personas de mayores ingresos a costa de programas que benefician a millones de mexicanos”.
El Presidente Peña recordó que hizo 266 compromisos firmados ante Notario Público y que al cierre de su gobierno habrá de cumplir el 97 por ciento de sus promesas.
Sin embargo, la Coparmex, en los últimos días de 2017, aseguró que únicamente 106 compromisos que Peña firmó ante notario, se cumplieron.
La felicitación a AMLO y su despedida
En la parte final de su discurso, Peña explicó que a partir del 1 de diciembre “iniciará una nueva etapa”, extendiendo su felicitación a Andrés Manuel López Obrador “por su triunfo electoral”.
A decir, al Presidente de la República, su gobierno transformó a México, pero aun así admitió: “he de reconocer que no en todas las asignaturas alcanzamos los objetivos propuestos. Sin embargo…siempre actuamos para remover los obstáculos. Actuamos para hacer de México, un país más justo, libre y próspero”.
“Hoy somos un mejor país del que éramos hace seis años, lograrlo ha sido, desde el primer día de este mandato”.
El país sufrió muchísimo: Monreal
En el presente, Ricardo Monreal es el líder de los senadores de Morena, pero en 2012 fue diputado por Movimiento Ciudadano, en aquel entonces, uno de los aliados de López Obrador.
Como diputado, Monreal fue el encargado de fijar el posicionamiento del movimiento lopezobradorista en la toma de protesta de Enrique Peña, en 2012. En la tribuna, el entonces diputado calificó de “pesadilla”, el inicio del gobierno priista: “Una palabra resume lo que hoy inicia en el país, la restauración, la vuelta al pasado, el regreso en U”.
“No podemos reconocer quién compró el cargo más representativo del país, con recursos económico de los que aún no conocemos el origen ni el monto. La historia nos enseña que aquel que compra la presidencia, termina vendiendo el país…este es un día triste para todos, el luto nacional recorre el país”.
Ahora como senador, pulió su discurso: “El sexenio de Enrique Peña Nieto fue un sexenio de claroscuros, más oscuros que claros. Las reformas estructurales fueron la tumba del régimen priista, crearon mayor desigualdad y a su vez crearon un problema que se heredará al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, particularmente en materia de deuda pública, educación, salud y corrupción que no va a ser fácil reparar”.
En entrevista para ZETA, el líder de la bancada de Morena niega que exista alguna mejoría durante el sexenio priista: “el país sufrió muchísimo en términos de desigualdad social, no hubo una distribución equitativa de la riqueza, no se creó obra pública ni infraestructura, se produjeron muchos actos de corrupción, por ello hay que abandonar la política económica neoliberal que dictó este sexenio que está por concluir y por ello, estamos impulsando este plan de austeridad para lograr ahorros importantes que nos lleven a sacudirnos de esta corrupción e impunidad”.