La mujer acusada de presuntamente golpear a su hijo de cuatro años hasta la muerte, permanecerá los próximos seis meses bajo resguardo de autoridades penitenciarias, luego que la jueza otorgara la vinculación a proceso por el delito de homicidio agravado en razón de parentesco consanguíneo.
Dicha audiencia ocurrió el sábado 25 de agosto, donde la Fiscalía mostró las pruebas contra Emily Judith, madre del pequeño Kevin Omaet, a quien presuntamente habría matado a golpes porque “se portaba mal”, según se narró durante el juicio.
El testigo medular del caso del infante es la pareja sentimental de la acusada, de nombre Mónica Reyes Covarrubias, quien narró -como en la audiencia de control de detención- que se encontraba en la vivienda localizada sobre la calle 13va, en el Fraccionamiento El Cóndor, donde residía con ambos involucrados.
En ese momento salió un minuto a conversar con su madre vía telefónica, cuando a los minutos descendió Emily Judith, notoriamente alterada le dijo que había golpeado al menor, por lo que Mónica salió corriendo hacia el segundo nivel, donde se encontraba su casa.
Ahí encontró al infante inconsciente, pero con los ojos abiertos. Su respiración era agitada, pero no podía moverse, por lo que intentaron reanimarlo sin éxito.
Mónica acudió a la farmacia GI, ubicada frente a su domicilio para pedir el apoyo de un médico, pero mientras conversaban, llegó Emily con el pequeño Kevin en brazos; le pidió que lo atendiera, pero debido a la gravedad de su situación, tuvieron que pedir el arribo de paramédicos de la Cruz Roja.
Lamentablemente no pudieron llegar a tiempo, pues las heridas terminaron con la vida del infante, quien presentaba, según el dictamen forense, un total de 45 golpes en toda su humanidad.
La Fiscalía cuenta con 11 testigos y cinco pruebas de diversos tipos que pretende robustecer la investigación, durante el plazo de seis meses que otorgó el Juez para reiniciar la audiencia, teniendo como fecha el próximo 25 de febrero.