La Comisión Global de Política de Drogas -integrada por 22 miembros, incluidos 12 ex jefes de Estado o de Gobierno y dos premios Nobel- planteó a países como México reorientar las operaciones de mano dura militarizadas pueden, que muchas veces, exacerban la violencia criminal y la inseguridad pública, sin detener la producción, tráfico o consumo de drogas.
“Los gobiernos dedican cada vez más recursos a detectar, arrestar y encarcelar a las personas involucradas en el mercado de drogas ilícitas, con poca o ninguna evidencia de que tales esfuerzos reduzcan los problemas causados por las drogas o eviten que otros sigan en el mismo camino”, señaló a través de su quinto Informe que presentará este día en la Ciudad de México.
Miembros de la Comisión, integrada por ex Mandatarios de varios países, y presidida por Ruth Dreifuss, ex presidenta de Suiza, se reunirán con el equipo de transición de Andrés Manuel López Obrador para presentar sus conclusiones, entre estas, poner fin a la criminalización de las personas que consumen drogas y regular los mercados de droga para que los Gobiernos asuman el control.
“Los mercados ilícitos y no regulados de las drogas son inherentemente violentos. Desde que la guerra contra las drogas en México fue ampliada en 2006, las muertes por violencia relacionadas con el tráfico ilícito de drogas se han estimado en más de 80 mil para 2014-2015”, indicó el Informe de la Comisión, que contiene cinco recomendaciones concretas para avanzar hacia un esquema que regule las drogas, aunque precisa que no se trata de “legalizarlas”.
En primer lugar -y como eje transversal- propone colocar la salud y la seguridad de las personas por encima de cualquier medida. Su segunda propuesta es que se debe asegurar el acceso a medicamentos esenciales para el control del dolor.
En un tercer punto llama a poner fin a la criminalización y el encarcelamiento de las personas que consumen drogas. Luego, como cuarta medida pide reorientar las acciones de represión hacia el narcotráfico y el crimen organizado. En el quinto lugar convoca a regular los mercados de droga para que los gobiernos asuman el control de las sustancias dañinas.
Para avanzar hacia un esquema no punitivo, la Comisión Global de Política de Drogas también pide apegarse a cuatro principios: basarse en evidencia científica, respetar estrictamente los derechos humanos, avanzar gradualmente y de manera integral, y hacerlo como una corresponsabilidad mundial.
En su quinto informe, la Comisión insistió en que la guerra contra el narcotráfico socava los derechos humanos, amenaza la seguridad pública y termina alimentando y enriqueciendo al crimen organizado. Según los comisionados, en el mundo existen 250 millones de consumidores que están enfrentando riesgos de distinta índole por tener que buscar las sustancias en mercados negros, controlados por el crimen organizado.
