Hasta hoy son cuatro los suspirantes que abiertamente se han dicho prevenidos para convertirse en el próximo candidato a la gubernatura de Baja California por Morena: Arturo González Cruz, Jaime Martínez Veloz, Jesús Ruiz Barraza y Mario Escobedo Carignan.
Uno ellos se ha hecho de un equipo secreto, atípico y del todo sombrío, que además le ha prometido mover todo lo que se pueda a favor de su soñada carrera a gobernador 2019.
Estos operadores del aspirante provienen de lo más incompatible que pisa la tierra con Morena, es decir, del Partido Acción Nacional, de los cercanos y colaboradores del actual gobernador Francisco Arturo Vega de Lamadrid y un proveedor-amigo de Juan Manuel Gastélum Buenrostro, alias “El Patas”, que ha coleccionado sospechosos tratos con el gobierno municipal.
El que carga este equipo es Mario Escobedo Carignan, quien lleva años como presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Tijuana.
El líder de los comerciantes es hermano de Oscar Escobedo, integrante del gabinete de “Kiko” Vega, quien se desempeña como secretario de Turismo en el Estado y es uno de tantos camaradas incrustados en el gobierno estatal.
La sangre llama y de ser Mario el elegido por Morena, su hermano, desde el gobierno panista, podría ser uno de sus colaboradores.
Quienes han sido testigos de las reuniones y los planes de Mario Escobedo con Morena, revelaron que además, su círculo cerrado se conforma de Antonio Valladolid, exsecretario de Planeación y Finanzas en el gobierno de “Kiko” Vega, y de Emilio Vilaso Camesella, quien ha hecho jugosos negocios con “El Patas” en el ayuntamiento, valiéndose del afecto que hay entre ambos y a las relaciones panistas del “empresario”.
Juntos, Valladolid y Vilaso, acercaron a Escobedo con Jorge Cornejo, quien se presume como operador en los medios de comunicación de los gobiernos panistas y quien fue señalado hacia adentro de Morena, como el principal sospechoso de encabezar la campaña sucia contra de Jaime Bonilla y su partido en la pasada elección.
Antonio Valladolid se desempeñó como secretario de Planeación y Finanzas desde el inicio de la administración de “Kiko” Vega, de noviembre de 2013 hasta abril de 2017. La versión oficial fue que dejó el cargo para unirse al equipo de Acción Nacional en la elección del Estado de México, pero en realidad se trataba de su expulsión del círculo cercano del gobernador.
Un año después, en 2018, Valladolid se registró como candidato a diputado plurinominal, con lo que buscaría el fuero ante las múltiples evidencias de irregularidades financieras, pero el PAN no obtuvo los votos suficientes para darle esa posición.
El paso de Valladolid por el gobierno de “Kiko” Vega estuvo marcado por numerosas denuncias públicas de casos de corrupción y malos manejos del presupuesto público. En 2014, empresarios lo acusaron de haber cancelado una licitación para la emisión de placas vehiculares del Estado y amañar una adjudicación directa para una empresa con un precio mayor al de los otros participantes.
Una situación similar ocurrió con una empresa a la que se le pagaron 10 millones de dólares para la expedición de licencias de manejo, cuyo costo real era 10 veces menor al fijado en el contrato con el gobierno de Baja California.
Luego, en 2015, documentos oficiales de la empresa Hacking Team lo mostraron como el responsable de la adquisición de equipo de espionaje a través del gobierno de Baja California.
De Emilio Vilaso, esposo de la hija del secretario de Turismo, Oscar Escobedo Carignan, se sabe que desde el inicio del gobierno de Gastélum se posicionó como uno de los principales empresarios beneficiados con contratos.
Se le vinculó con la empresa Turbofin, empresa que obtuvo un contrato de 88 millones de pesos por el arrendamiento de camiones de basura y patrullas con el Ayuntamiento de Tijuana, entre varios más.
Este es el equipo secreto del aspirante a gobernador…bueno, ni tan secreto.