Quien ya prácticamente anda en campaña para la gubernatura de Baja California y sin renunciar a su cargo, es el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez. Por lo menos es el único que se enfrenta a quien será el coordinador presidencial en el Estado, el senador electo Jaime Bonilla Valdez, y al aspirante a la candidatura de Movimiento Regeneración Nacional a la gubernatura en las elecciones de 2019, Arturo González Cruz. Ambos partidarios de Morena han enfocado sus baterías públicas y mediáticas en la pésima administración pública estatal a cargo de Francisco Vega de Lamadrid. Y vaya que tienen temas para sacar: las Asociaciones Público Privadas, el endeudamiento por las siguientes seis administraciones, los contratos entregados a empresas favoritas, los desvíos de recursos reportados por la Auditoría Superior de la Federación, las contrataciones abusivas de personal de confianza, las obras mal hechas y así podrían seguirle; pasando por la riqueza del mandatario y los excesos de sus funcionarios que aprovechan cuanto viaje internacional hay para irse con todo y acompañantes. Entonces, sin probar lo contrario ni justificar las acciones del gobierno que todavía representa, Rueda se ha dado a la tarea de responder a la crítica, llamando a la cordura, la prudencia, y a que sean los detractores quienes prueben los errores en lugar de ser él quien presuma los logros. Todo esto, dicen quienes lo conocen, es porque ya está iniciando campaña en caso que, como sucede hasta ahora, ningún panista serio quiera entrarle a la candidatura a gobernador por dos años, especialmente si ven perdida la elección luego del rotundo triunfo de Morena y el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio de 2018. Tijuana fue, por ejemplo, una de las diez ciudades que más votos registró a favor de AMLO. Así el respondón encampañado de Rueda.