Conzultoría Matrimonial y Familiar
He escrito reiteradamente sobre la falta de educación sexual, la cual lleva a que la pareja tenga problemas en sus manifestaciones sexuales y hace que sus relaciones íntimas, muchas veces no sean placenteras ni satisfactorias. Al igual que cualquier problema, sus relaciones sexuales no se arreglan por sí solas con el tiempo, salvo que la pareja se decida atender el problema y logren superarlo juntos.
Muchas veces, estos problemas se presentan desde novios y cuando deciden casarse o vivir juntos, uno u otro consideran que van a solucionar los conflictos sin ayuda; esto es mentira y no habrá tiempo de arrepentirse. Nadie nace sabiendo y aunque la naturaleza les dice por dónde, siempre falta el cómo.
Si un buen día pensaron en la consulta sexológica y la llevan a cabo, se dirán después, “por qué no lo hicimos antes”, cuántos años perdidos en atender este aspecto que es fundamental en la vida de la pareja. Según los especialistas y yo, el sexo representa más de la mitad de la relación en pareja, la cual sirve para que vivan en armonía y felicidad; muchos no lo comprenden y algunos lo llegan entender, eso sí, algunas veces tarde. Algunos otros creen satisfacer debidamente sus relaciones íntimas, pero dejan de saber que apenas está funcionado menos de la mitad de su potencial sexual. Créanme.
La terapia sexual está orientada a resolver problemas que afecta a las parejas, de modo que el terapeuta utiliza un conjunto de estrategias para tratar disfunciones o malestares en el desempeño sexual, cuando no hay patología médica o como complemento al tratamiento médico.
La dificultad del o los protagonistas es hablar y exponer temas tan íntimos y difíciles que el terapista, aparte de ser empático y sensible en su trato, también tiene que desenvolverse en un ambiente donde su consulta debe ser cálida y confiable, de manera que poco a poco puedan ir conectándose nuevamente con su cuerpo y sus emociones, logrando llevar a cabo una sexualidad plena y saludable.
Como todos sabemos, para resolver cualquier problema y poder recuperar una vida sexual plena en la pareja, lo primero es reconocer el problema y después que se necesita ayuda cuando solos no pueden resolver el mismo. Asimismo se sabe que las mujeres son más realistas y asumen que tienen conflictos con el sexo, aceptando una terapia sexual. En cambio, para los hombres es casi imposible que se decidan a buscar ayuda externa para mejorar su desempeño sexual, ya que les da vergüenza o se sienten ofendidos. Pero, ¿por qué si los únicos que lo sabrán, será la pareja que quiere resolver su problema y ser felices, y el especialista que es de los más discretos porque no quiere perder clientela si se sabe que de su consulta aflora esos problemas, mantienen el secreto profesional muy celosamente?
El sexo está directamente relacionado con la calidad de vida de las parejas y con el futuro de la relación amorosa; si algo no funciona bien, se deteriora. Los problemas relacionados con el sexo son en general causados por la falta de educación, información y el conocimiento de su cuerpo. Si se deciden a consultar un especialista, verán que les dará pautas de comportamiento muy sencillas, técnicas perfectamente estudiadas para mejorar su relación sexual.
Sin embargo, la terapia sexual vale la pena aun para todas las parejas que no tienen problemas sexuales porque, como se pueden dar cuenta en líneas anteriores, logran descubrir su mayor potencial sexual a desarrollar, como ejemplo, poder lograr eyacular la mujer, la satisfacción lograda por el punto “G”, los diversos tipos de sexos, etc.
En algunos casos, los problemas relacionados con el sexo están vinculados con los problemas de otro tipo en la pareja, por lo tanto, valdría la pena primero atenderlos a partir de mediación para que primero se resuelvan, ya que a veces están vinculados con los sexuales, y así lograr mantener una relación positiva y recíproca, al tiempo que se previenen y corrigen comportamientos que pueden afectar negativamente una relación funcional, exitosa y armónica.
Gracias, como siempre, a mis dos que tres lectores por sus consultas y comentarios al e-mail:bautista46@hotmail.com
El autor reside en Tijuana, B.C.