Paraíso costeño terrenal,
sé olores y sabores infinitos
que se extienden en todo el litoral
del Pacífico, mi océano favorito.
Pescadores guerreros de la mar,
valerosos irrumpen al amanecer,
usando sus chinchorros al pescar
y con respeto al mar, poder vencer.
Un mar enorme y generoso
que ofrece mariscos y pescados,
robalo, pulpo y camarón,
para ser ricamente preparados.
De arena, cuya playa es carretera
que se extiende más allá de aquel palmar,
mar que se vuelve gran pecera
con olas que te invitan a nadar.
Novillero es un hermoso paraíso,
sus manglares adornan el confín,
palmeras desafiantes hasta el cielo,
rinconcito costeño de mi lindo Nayarit.
Eduardo Enrique Parra Romero
Tijuana, B.C.