El exlíder minero Napoleón Gómez Urrutia, quien se encontraba exiliado en Canadá desde 2006, acudió ayer lunes a la Cámara de Senadores para registrarse como legislador electo por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Al finalizar el trámite, Gómez Urrutia aseguró que entre sus prioridades legislativas ayudará a la recuperación del país mediante reformas que permitan fortalecer la economía y a abatir la brecha de desigualdad social.
Además, aseguró que que está contento de regresar a México después de 12 años de exilio y aseguró que trabajará en favor del combate a la corrupción. “Estoy muy contento de regresar a mi patria”, señaló Gómez Urrutia tras su registro.
Aunque mañana miércoles se llevará a cabo la Sesión Constitutiva del Congreso de la Unión, será hasta el sábado 1 de septiembre cuando según el artículo 6 del Reglamento del Senado de la República, los senadores obtendrá la inmunidad que establecen la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El fuero “inicia una vez que se rinde la protesta señalada en el artículo 128 de la Constitución y concluye el último día de ejercicio del cargo”, es decir hasta que Gómez Urrutia tome protesta del cargo, al que llega acusado de quedarse con casi 55 millones de dólares de un fideicomiso del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), del cual es secretario general del 2002.
El caso se remonta a 1990, cuando Grupo México compró Mexicana de Cananea, empresa que estaba en suspensión de pagos, por lo que se comprometió a darle al Sindicato minero una participación accionaria de 5 por ciento. Después, el dirigente minero se auto exilió en el año 2006, en Vancouver, Canadá, año en que ocurrió una explosión en la mina 8 de Pasta de Conchos, en Nueva Rosita, Coahuila, que dejó 65 trabajadores muertos.
A través de un comunicado, la Unión Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos -un grupo disidente del SNTMMSRM-, exigió al senador electo que entregue el dinero. “Exigimos que haga las maletas y en ellas traiga los 54 millones 84 mil 470 dólares que corresponden exclusivamente al sector minero”, indicaron.
El denominado Sindicato Minero Metalúrgico detalló que ese dinero es producto de un fideicomiso creado a partir de la privatización de varias empresas, entre ellas Mexicana de Cananea, y agregó que el dinero debe ser entregado por Gómez Urrutia a sus legítimos dueños.
Los mineros disidentes aseguraron que Gómez Urrutia anunció su regreso “con bombo y platillo, amparado en un fuero conseguido con arreglos políticos en lo oscuro y argucias legaloides donde pactó que le fueran retiradas las órdenes de aprehensión”.
El grupo argumentó que a pesar de las “artimañas” en contra del gremio minero, “es importante no olvidar que existen a la fecha dos laudos emitidos por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que lo obligan a regresar aquella cantidad a sus legítimos dueños”.
El Sindicato Minero Metalúrgico afirmó que los mineros “tienen memoria “y no dejarán que a unos días de su anunciado arribo como dirigente “victorioso”, se olvide este tema. “Seguiremos reclamando que se reactiven las denuncias en su contra, de tipo laboral, mercantil y civil”, indicaron.
Afirmaron, además, que Gómez Urrutia se hizo ciudadano canadiense para “buscar el amparo” de organizaciones extranjeras, y que por ello “es incongruente e inadmisible que quien va a representar a millones de mexicanos sea alguien que juró lealtad a otro país”.
“Los mineros queremos saber si ‘Napo’ entrará a escondidas al Senado para rendir protesta porque resulta evidente que todavía no ha amarrado el fuero que lo protege”, indicó el grupo disidente de mineros, que además argumentó que sería “contradictorio y lastimoso” para los mexicanos que, quien “huyó” del país “por la puerta de atrás “y se niega a regresar el dinero a cientos de trabajadores sea tratado como “héroe”.
“Nosotros lo sabemos, quien traiciona una y otra vez a los mineros y vive a costa de ellos, como lo hace ‘Napo’, no merece ese trato […] Estamos ante una transformación política y social, es hora de que se les haga justicia a los mineros, a los verdaderos trabajadores, no a un sujeto que, entre otras cosas, nunca ha trabajado, nunca ha bajado a una mina y muchos menos, nunca ha sido minero”, señalaron.
El documento detalló que los mineros no olvidan que Gómez Urrutia “traicionó” la confianza de los trabajadores, y a su vez, “la memoria de su padre al decir que los mineros tienen bajos salarios, pues el propio Napoleón Gómez Sada mantuvo esos salarios durante más de 40 años cuando dirigió el Sindicato”.
“Tenemos frente a nosotros a un dirigente millonario con sindicato pobre. Alguien como él, que ocupará un escaño en el Senado tiene la obligación de transparentar todos sus bienes y dar cuentas claras”, indicaron los mineros, quienes, además, pidieron revisar las cuotas de los trabajadores que se desviaron “para el pago de costosos abogados” que le han permitido a Gómez Urrutia “llevar una vida onerosa en Canadá y huir de la justicia mexicana”.