Que los mexicanos gocemos de libertad de expresión no ha sido fácil. Durante largos años fuimos censurados; no solo se nos obstaculizaba, se nos impedía expresarnos libremente.
Según el tema del que hablemos, podemos referir que existían mordazas que callaban las voces e ideas libres. Si se trataba de noticias, hubo primero un monopolio y luego un duopolio televisivo, cuyas transmisiones tenían tal injerencia gubernamental que por mucho tiempo no sabíamos en realidad qué era lo que pasaba en nuestro país, aunque eventualmente los fronterizos nos enterábamos más que los habitantes del interior de la República, por la ventaja de poder captar transmisiones norteamericanas.
La actual libertad de expresión de la que gozamos los mexicanos, le costó la vida a mucha gente, sobre todo a periodistas; mientras que a otras personas les significó todo tipo de consecuencias.
Desafortunadamente, de un extremo nos fuimos a otro y ahora hemos pasado de la libertad al libertinaje.
La Real Academia de la Lengua Española tiene para la palabra libertad, los siguientes conceptos:
Libertad. Del lat. libertas, -ātis.
- f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
- f. Estado o condición de quien no es esclavo.
- f. Estado de quien no está preso.
- f. Falta de sujeción y subordinación. A los jóvenes los pierde la libertad.
- f. En los sistemas democráticos, derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas.
- f. Prerrogativa, privilegio, licencia.
Por otra parte, específicamente para el concepto “libertad de expresión”, la RAE la define así:
- f. Derecho a manifestar y difundir libremente ideas, opiniones o informaciones.
Y también tiene una definición sumamente interesante, la cual alude a la libertad de imprenta:
- Facultad de imprimir cuanto se quiera, sin previa censura, con sujeción a las leyes.
En contraposición a las muchas acepciones para la palabra libertad, en cuanto a libertinaje, la RAE conceptúa tan solo una:
- Desenfreno en las obras o en las palabras.
Si quisiéramos encontrar una razón simplista para entender por qué hay quienes incurren en el libertinaje, podríamos achacar la culpa a la Real Academia de la Lengua Española. Pero no es así. Lo cierto es que hay quienes abusan de la preciada libertad para ser, no solo libertinos, sino, como derrame sanguíneo, buscar hacer el mayor daño posible, incurriendo en otras conductas que también tienen un lugar en el diccionario de la RAE:
Difamar. Del latín diffamāre.
- Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama.
- Poner algo en bajo concepto y estima.
Injuria. Del latín iniuria.
- f. Agravio, ultraje de obra o de palabra.
- f. Hecho o dicho contra razón y justicia.
- f. Daño o incomodidad que causa algo.
- f. Der. Delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación.
Calumnia. Del lat. calumnia.
- f. Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño.
- f. Der. Imputación de un delito hecha a sabiendas de su falsedad.
Quienes cayeron en la lucha por brindarnos libertad en sus diversas formas, y quienes siguen impulsando ese derecho, no lo hicieron para que haya gente irresponsable y abusiva que le dé mal uso a una conquista de la humanidad, de la cual gozamos de manera plena, apenas en el siglo XXI.
Así como en su momento se luchó para alcanzar la libertad, así habrá que luchar para evitar o sancionar abusos.
Todo es cuestión de entender la diferencia entre libertad de expresión, libertinaje, calumnia, injuria y difamación.
Alberto Sandoval es Fundador de Alianza Civil, A.C., Presidente del COMOSC y Secretario del CEFAB. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval