Violeta Rojas consideró que solicitar un préstamo de Financiera Impulsa era la solución a sus problemas económicos; por lo que en mayo de 2018, los contactó para un crédito de 100 mil pesos, pero solo consiguió que la empresa registrada con la razón social Solución al Bienestar la estafara con más de 12 mil pesos.
El de Violeta es otro caso más que se sumaría a las 20 quejas por fraude contra sociedades financieras irregulares, que ha documentado durante 2018 en Tijuana y Mexicali la delegación de Baja California de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dependencia a cargo de Julio Felipe García Muñoz.
Por tratarse de empresas no registradas ante la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), esta instancia no atiende las denuncias de los defraudados, quienes son canalizados a Profeco.
De los 20 casos registrados en la delegación de Profeco, en dos se logró la conciliación de ambas partes, mientras que cuatro de los denunciantes se desistieron y 14 quejas siguen en proceso.
El total de quejas recibidas en 2018 rebasa las 15 documentadas durante 2017, de las cuales, seis aún siguen en proceso y un total de siete consumidores se desistieron de la demanda y solo dos conciliaron con la contraparte.
Por lo general, las sociedades financieras irregulares registran domicilios en la Ciudad de México, lo que vuelve complicado el proceso de notificación, razón por lo que, tanto Profeco, como Condusef, alertan constantemente a los ciudadanos a no caer en el engaño recurrente de estas empresas fraudulentas: crédito fácil, sin revisar buró, tasas de interés por debajo del que ofrecen las instituciones crediticias formales.
En la lista negra de las sociedades financieras irregulares y más denunciadas por fraude, se encuentra precisamente Financiera Impulsa, empresa que en su página de Internet ubica su domicilio en Calle Río Tíber, número 110, de la Delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México; un sitio donde se rentan oficinas, pero en el que no se localiza la financiera, según detectó Violeta.
Ella contactó vía telefónica a un representante de la financiera, quién dijo llamarse Alberto Bolaños, quién le condicionó la liberación del préstamo a cambio de un depósito. Al principio le requirió la cantidad de 810 pesos, para después demandarle el envío de dos mil 610 pesos, hasta llegar a la cantidad de 12 mil 120 pesos, “como garantía para hacerme el depósito, que luego me sería devuelto”, compartió a ZETA. Fue a la cuenta 0110173401 de BBVA Bancomer a la cual le pidieron depositar el dinero.
Al no recibir el préstamo solicitado y serle requerido un nuevo depósito, éste por la cantidad de siete mil pesos “para el pago del notario”, Violeta se negó, demandando la cancelación del crédito pedido y la devolución de todos sus depósitos, lo cual no ha logrado hasta la fecha, al tiempo que los representantes de la supuesta financiera ya ni le atienden cuando trata de contactarlos vía telefónica.