Un profesor pide a sus pupilos preguntar en casa alguna historia familiar que tenga una moraleja para contarla a todos al siguiente día en clase.
Llegado el día, Pedro cuenta su historia ante todo el salón:
“Mi padre es un agricultor y tenemos pollos. Un día cargamos una gran cantidad de huevos en el mercado en una solo cesta y la pusimos en el asiento delantero de la camioneta. Cuando llegamos a un gran bache en el camino, la canasta cayó del asiento y todos los huevos se rompieron. La moraleja de la historia es no poner todos los huevos en una sola canasta.
El maestro felicita al niño. A continuación toca el turno de Rafael para contar su historia:
“Mi padre me contó esta historia acerca de mi tía Ely, era un ingeniera de vuelo en la guerra y su avión fue bombardeado. Tenía que atacar sobre territorio enemigo y lo único que tenía era una botella de whisky, una ametralladora y un machete”.
— Sigue contando…, dijo el maestro, intrigado.
“La Tía Ely se bebió todo whisky mientras estaba volando y aterrizó justo en medio de un centenar de soldados enemigos. Mató a setenta de ellos con la ametralladora hasta que se quedó sin balas. Luego mató a más de veinte con el machete hasta que la hoja se rompió. Y luego mató a los últimos diez con sus propias manos”.
— ¡¡¡Santo cielo, ¿qué te dijo tu padre sobre la moraleja de esta historia?!!!”, exclamó el profesor.
“Mantente lejos de la tía Ely cuando está borracha”.
Autor: El marido de la tía Ely.
El juicio
El jefe de un cártel descubre que su contador le robó 10 millones de pesos de la caja. El contable era sordomudo, por eso fue admitido en el trabajo, pues como no podía oír ni hablar, no podría convertirse en testigo.
El jefe lo llamó para interrogarlo, llevando una bella abogada, que conocía la lengua de señas.
La mujer preguntó al contador dónde estaba el dinero, a lo que él respondió con señas:
“No sé de qué está hablando”.
La abogada tradujo para el jefe:
“Dice que no sabe de qué le hablamos”.
El capo sacó un revólver Magnum 357 y apuntó a la cabeza de Bernardo el contador, gritando:
“¡¡¡Pregúntale de nuevo!!!”.
La abogada se comunica con Bernardo:
“Te va a matar si no le cuentas dónde está el dinero”.
Asustado, el contador confiesa:
“El dinero está en una maleta marrón de cuero, enterrada en el jardín de la casa de mi primo Paco, en la calle Fresnillo número 7 del Barrio de Santa Marta. Mi primo no está, volverá dentro de dos meses”.
El mafioso pregunta qué dijo Bernardo, a lo que la abogada contesta:
“Que no tiene miedo de morir ¡y que usted no tiene tamaños para jalar el gatillo!”.
Moraleja: Si las mujeres fueran buenas, Dios tendría una, y si fueran de fiar, el diablo no tendría cuernos.
Autor: Un abogado misógino.
Simple
— ¿Está Beto?
“No, ya cherré”.
— Ah, meno.
Autor: Terapeuta del lenguaje.
Es lógico
— El día que yo muera, quiero que me sepulten en el mar.
“¿Por qué esa decisión?”.
— ¡Porque mi suegra me amenazó con bailar sobre mi tumba cuando yo muera!
Autor: Yerno marinero.
Visiones
Una mujer en San Petersburgo, Florida, dijo a las autoridades que se había desnudado y comenzó a correr en un parque para ¡EN ZERIO! alejarse de una “araña gigantesca”.
La susodicha lleva por nombre Danielle Delores Teeples, quien admitió haber consumido crack y metanfetaminas. Testigos del hecho, aseguran que la señora de 40 años de edad se frotaba el cuerpo y el pelo mientras corría de un lado a otro sin sentido.
Cuando la Policía la encontró, se vio obligada a vestirse, antes de ser arrestada por faltas a la moral en la vía pública.