Empoderando a través del activismo digital, Daniel Habif, reconocido por sus mensajes con enfoque de reconciliación humana, presentó en Mexicali y Tijuana su conferencia “Inquebrantables”, con la que recorre el mundo de habla hispana sacudiendo el espíritu
“Es increíble cómo el ser humano está enfocado y obsesionado con la velocidad. Ya no miramos con detenimiento, ya ni solo a ver, menos a saber hacer. No estamos en la época del saber. Hoy me dice más de la educación cómo tratas a un mesero que todos los doctorados que puedas tener, y no saber ni decir ‘buenas tardes’, ‘gracias’. No soy sociólogo, antropólogo, sicólogo, pero soy un gran observador y me doy cuenta de cómo nos hace falta enfocarnos en la parte espiritual y equilibrar la mente, las emociones y lo racional con lo espiritual”, comentó Daniel Habif a ZETA, quien el viernes 17 y sábado 18 de agosto ofreció su conferencia “Inquebrantables” en Baja California.
Con la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT) a su máxima capacidad, la noche del 18 de agosto el motivador oriundo de Mazatlán, Sinaloa, definió su ponencia como un movimiento enfocado en la reconciliación humana que busca cortar la brecha entre la ciencia y el espíritu humano.
“Inicié este proyecto hace un año y medio con la intención de llevar un mensaje de empoderamiento, de motivación e inspiración a la sociedad hispana de todo el mundo, y sin duda ha sido una grata sorpresa, un verdadero regalo de la vida y de Dios, que se abran las puertas”, señaló el también publicista, productor, creativo, asesor y empresario.
El titular de vídeos como “Se reirán de ti”, “El precio de ser diferente” y “Rodéate de gigantes”, entre otros localizables en YouTube, donde suma casi medio millón de suscriptores, inició su carrera como actor a los 6 años de edad, realizando más de 200 comerciales, 16 telenovelas, 14 obras de teatro y filmes, y condujo 500 entrevistas para Televisa con artistas de la música hispana; y aunque hoy no se considera un motivador, influencer o predicador, su misión actual es ver por el bien de las relaciones humanas y el equilibrio emocional, incluyendo a Dios en el proceso.
“Soy un hombre que cree en Dios, no en ninguna religión. Todo lo que hago, lo hago por Dios. La religiosidad ha hecho un pésimo trabajo en la sociedad. Encerrar a Dios en una religión es complejo, yo sigo a Dios, a Jesús, pero no soy un predicador, tengo una relación con Él, por ello siempre he sido alguien enfocado en el servicio, sin embargo, mi compromiso nació en un declive profesional, mental, emocional y de salud, siendo un tipo que utiliza el dolor para su beneficio, tomé el dolor como una herramienta de construcción”, afirmó Habif, quien descarta el término de influencer para describir su labor como “activismo digital”, con el cual, incluida su presentación en Tijuana, sumó 52 llenos totales consecutivos.
“No estoy buscando cambiar a los jóvenes en un mundo híper comunicado, híper globalizado, donde la ignorancia es una opción. Busco más que alimentar, nutrir la mente, el corazón y espíritu. Es un tema de servicio, de pasión por el ser humano, por la reconciliación. Estoy cansado de las divisiones, de los dogmas y las ideologías. Me apasiona curar al ser humano que llora, el único idioma en el que todos decimos lo mismo, pero mi mensaje no es solo para los deprimidos, o los que viven miserablemente; también para los que están bien, para que aprendan herramientas y puedan ayudar a otros que sí están en ruinas. Soy un cronista de este caminar, un observador”, reiteró.
Referente a la responsabilidad adquirida con lo viral de sus video comentarios, el sinaloense expuso que hay ocasiones en las que despierta de madrugada para revisar los mensajes de Instagram o Facebook, por la ansiedad de saber que alguien está sufriendo.
“Es una responsabilidad gigantesca hacer algo bueno por los demás, hoy por hoy vivo feliz, gozoso, pero no sé si en tres años deje de hacer vídeos y me vaya a vivir a Italia, Escocia o Irlanda. El mañana no nos pertenece, pero si la vida me ha empoderado para encontrar las respuestas de la gente, para ayudarlos, ahí estaré. Con los viajes de ‘Inquebrantables’ empecé el proyecto ‘La vida se lee con los pies’, donde enfatizo lo bonito de viajar y lo duro de hacerlo, porque viajar también te exhorta a decir que un día tienes que partir y un día regresar. La emoción de salir, de conocer, esa nostalgia de saber que se acaba y aprender de las culturas, de la comida”, subrayó el conferencista, quien cree que la maquinaria del ser humano es 100 por ciento espiritual, por lo que existe una
conexión mental, almática, física y espiritual.
“El punto de partida es ser tolerante con el intolerable”, remató quien actualmente se aventura a escribir el libro “Inquebrantables”, el cual “más que un libro de auto ayuda, es un libro de cómo ayudar a los demás, será un diccionario de emociones con la lingüística necesaria para redefinir los pensamientos, las emociones o sentimientos que vivimos día a día; quiero hacer que este libro funja como una herramienta muy práctica, ágil para que los lectores puedan ver desde una perspectiva más digerible o más clara. Lo que estén viviendo de acuerdo al amor, el servicio, la venganza, el rencor, perdón, ira, soberbia; a todas esa emociones que están perdidas y las confundimos”.