La cultura, según algunas definiciones, tiene que ver con el cultivo del espíritu humano y con las facultades intelectuales de una persona, pero no solo eso; la cultura, en muchos de sus casos, es la parte fundamental de un tejido social.
Es por ello que, como en muchos contextos sociales, el papel que juega la mujer en este ámbito ha sido trascendental a través de los años.
Aletse Toledo Almada, quien es una mujer que con 49 años de edad, la pasión por el teatro, poesía, escritura y vocación por la docencia, la han hecho impulsar a cientos de jóvenes en el mundo de las artes.
En entrevista para ZETA, comparte qué es aquello que la inspira cada día a levantarse.
“Amo muchísimo a mi familia. Mi familia es algo fundamental en mi vida. Pero más allá de eso, a mí me motiva mucho cuando estoy en un montaje, más que levantarme en la mañana, la verdad es que casi no puedo dormir de estar ahí, dándole vueltas a lo que haremos. Siempre que tengo un proyecto personal o colectivo, es algo que siempre me tiene ahí muy alerta y me encanta compartir estas emociones con quien también les mueve lo mismo”, señaló Aletse Toledo Almada, docente y directora de teatro.
25 años en las aulas de clases la han llevado a reconocer que compartir pasiones es algo que mueve de manera colectiva proyectos y sobre todo, corazones. Saber que dos, tres, 10 o más personas pueden montar en una escena, la realidad de alguien más, es sin duda uno de sus pasatiempos favoritos.
“El velorio de los mangos”, “Aquí no hay quien pague”, “Tríptico amoroso” y “La rebelión de los nonatos”, han sido sus más recientes y exitosos montajes.
Pero en su vida no todo ha sido una escena, fue a inicios de este año que Aletse Almada se enfrentó a una historia que quizá nunca pensó llevar detrás de un telón, el cáncer quizá fue el peor montaje que quiso crear.
“Fue a inicios de este año que me enfrente a la realidad del cáncer y lo peor es que uno piensa que eso a uno no le va pasar. En mi familia no suena, no tiene por qué pasarme. Y como dijo mi médico, resulta ser que el cáncer casi es una cuestión de suerte, te toca y te tocó, y a mí me tocó; y sí, la verdad es que fue una experiencia muy fuerte y muy aleccionadora que nos llevó por otros caminos, que nos llevó a valorar otras cosas, a mover las prioridades y sobre todo, valorar la vida , no solo en el sentido de la vida orgánica, sino también la vida del estar con los que amamos, sino querer a las persona que queremos y demostrarlo”, comentó con casi lágrimas en los ojos, Aletse Toledo.
Lidiar con la idea de tener cáncer cervicouterino no ha sido la única experiencia que ha montado en una realidad, fue hace siete años. Aletse enviudó y como si fuera poca cosa, la vida le ha dado las razones suficientes para seguir luchando por lo que quiere, sobre todo, por seguir compartiendo pasiones con quienes siguen sus pasos.
“Aletse para mí es más que una inspiración, primeramente es quien me invitó y me enseñó el amor por el teatro; me dio el valor de poder pararme frente a un escenario y sentirme libre, pero no solo eso, más que ser mi maestra de teatro, es una maestra de vida para muchos incluyéndome. Es de esas personas que sabes que pese a que la tormenta vaya sobre ella, va saber cómo llevar la situación y eso, sinceramente te motiva siempre a ser mejor, porque sabes que aunque las cosas no siempre salgan bien, nada se derrumba y eso de verdad es importante para seguir en este mundo teatral, que no siempre nos da la mejor cara”, compartió Adriana Márquez, alumna de teatro por seis años.
Actualmente, luego de un fuerte tratamiento, Aletse ha escapado del cáncer, perdiendo no solo un órgano, si no la posibilidad de ser madre de nuevo, sin embargo, consciente de la situación y agradecida con la vida por una segunda oportunidad, asegura que en su caso tiene la oportunidad de distinguir un antes y un después.
“Después, y pese a todo sabes que ya cuando sucede ese mecanismo te da fortaleza y dices no lo voy a permitir, esto no me va derrotar y resulta que sí tengo ganas de todo en la vida, porque luego uno dice ‘ay, me quiero morir’ y cuando te dicen ‘tienes cáncer’, dices ‘era una manera de hablar y no me quiero morir realmente’. La vida me dio una segunda oportunidad y la seguiré aprovechando en hacer lo que me gusta, compartiendo todo lo que sé”, señaló Toledo Almada.
Aletse, como muchas mujeres, no solo comparte experiencias con generaciones, sino que además es un ejemplo de lucha, constancia y experiencia para otras personas.