Sobre la manta con mensaje criminal colgada en el puente Quintana Roo, en Mexicali, justo frente a la Procuraduría General de Justicia del Estado, hay dos versiones. La primera indica que las consignas vertidas contra funcionarios de esa dependencia, son válidas. El texto decía, “lics. Ramírez y Vizcaíno agarraron el dinero y no cumplieron, se van a chingar. CJNG”. Se refieren a agentes de la Policía Ministerial, por Ramírez aluden a Fernando Ramírez Amador, el subprocurador, y por Vizcaíno a Carlos Enrique Vizcaíno Treviño, un protegido de la procuradora Perla del Socorro Ibarra. Los oficiales dicen tener temor, debido a que presumen sus superiores, fueron amenazados y el caso podría subir de tono, afectándolos a todos, especialmente a los que laboran en el edificio y que no cuentan con escoltas. La otra versión apunta a que la manta fue colgada precisamente por agentes ministeriales inconformes con el cambio de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales (SIE) a la Zona. Argumentan que Ramírez Amador -quien poco se ha dedicado a la investigación de crimen organizado o narcomenudeo- ha tenido severos conflictos con los jefes policiacos, quienes son identificados como allegados al subprocurador de la SIE, José María González. Lo que sí es certero es que la Procuraduría General de Justicia está dividida entre quienes piensan que los superiores son corruptos, y a la inversa. Un caso que a la procuradora Ibarra parece no interesarle. Y bueno, si no resuelve los temas al interior, menos los del exterior.
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