El exjugador de las Grandes Ligas, Esteban Loaiza, se declaró culpable de posesión de cocaína con fines de distribución ante una juez federal, con lo que evitó irse a juicio, en San Diego, California.
El tijuanense fue detenido el 9 de febrero de este año, en un operativo que inició en la garita de Otay. Loaiza conducía un vehículo Mercedes Benz que ya había sido detectado en el trasiego de enervantes.
Una vez en inspección secundaria, los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), no encontraron drogas en el automóvil, pero sí un compartimento oculto.
Por lo que instruyeron a elementos del Sheriff de San Diego a que siguieran al expícher, quien se dirigió a una residencia en Imperial Beach, California, la cual había rentado días antes.
Con una orden de cateo, los agentes procedieron a revisar la vivienda y en la cochera localizaron el mismo vehículo, en donde encontraron una mochila con 20 kilogramos de cocaína, con un valor de medio millón de dólares.
El caso inició en la Corte del Condado de San Diego, pero lo atrajo la Fiscalía Federal y desde entonces, se encuentra a cargo de la juez Janis Sammartino, en la Corte del Distrito Sur de California.
Después de meses en que su defensa, la abogada Janice Deaton, argumentó en la Corte que Loaiza no contaba con el dinero requerido para la fianza, la jueza permitió que fuera aceptada la residencia donde vive la expareja y el hijo del expelotero, como garantía, y el 11 de mayo, Loaiza salió libre bajo fianza.
Ya en libertad, Loaiza modificó su declaración inicial en la que sostuvo que no era culpable, y el viernes 10 de agosto se presentó nuevamente ante la juez Sammartino para declararse culpable.
Regresará el 2 de noviembre para escuchar la sentencia que le será dictada, la cual puede ser de un mínimo de 10 años de prisión a cadena perpetua. Aunque al declararse culpable, Loaiza reduce las posibilidades de que la Fiscalía solicite la pena máxima.
También en la audiencia celebrada ese día, la jueza explicó que Loaiza podría ser deportado al concluir su sentencia, puesto que contaba con residencia legal para vivir en Estados Unidos.