Extenderse de tres días a cinco, para darle espacio a una programación que incluye exhibir 14 películas, en su mayoría presentadas por alguno de sus partícipes, hace de la segunda edición del festival de cine y fotografía, un evento con bases más sólidas. Las actividades se realizarán del 27 al 31 de julio en el CECUT
Reconociendo que en la primera jornada de FotoFilm Tijuana (FFTJ) el público no entendía su concepto por unir varias disciplinas, y se contempló organizarlo de forma bianual si tenía una mediana aceptación, el director del festival, Julio Rodríguez, destacó a ZETA que el proyecto terminó por conectar con la gente gracias a un equipo de trabajo encabezado por jóvenes y su labor en un área de oportunidad que busca explorar el puente que existe entre el cine y la fotografía, para darle otra perspectiva a los trabajos presentados.
“El cine no siempre son puras proyecciones, también está la parte de conocer al artista, el director, alguien del crew o los cineastas, principalmente el cinematógrafo, que es el lado que nos interesa mucho unir para empezar a tener una relación con ellos y el público. Este año venimos con un programa más amplio e hicimos algunos ajustes, no tendremos la zona de la explanada (del CECUT) como tal, ni la parte musical, pero nos extendimos a dos días más de conferencias”, expuso el promotor.
Con una segunda edición de cinco días, FotoFilm Tijuana logra un programa más extenso que se traduce a un aproximado de doce invitados nacionales, además de presentadores de la región, con una agenda de 36 actividades gratuitas (solo se debe hacer un pre-registro de asistencia), de las cuales dos ya están agotadas.
“Los eventos están teniendo éxito y esto va a seguir avanzando. No había tenido la experiencia de hacer un festival como este, fuera de haber trabajado con la Cineteca para algunas actividades, pero definitivamente la respuesta de las personas se está dando, porque hicimos una encuesta de lo que más agradó el año pasado para ajustarnos en este”, comentó Rodríguez.
En espera de lograr mayores avances en futuras ediciones y sabiendo que será posible en la medida de los recursos económicos que tenga, Julio Rodríguez y el director de programación del FFTJ, Javier Espinoza, asistieron al pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y harán lo propio en el de Morelia (FICM) para estudiar su organización y actividades, aunque las referencias que analizan van más allá.
Explican el porqué: “Tenemos estudiados festivales internacionales como el de Cannes porque uno siempre desea ver al líder de los ejemplos para buscar esta parte para motivarse en lo que se está haciendo”.
Anticipándose un año a la estructura que tendrá en esta ocasión el festival, Espinoza indicó a ZETA que la base se dio como una promesa de tratar directamente con los realizadores, así que no tardó mucho en percatarse del crecimiento que tendrían en días. “Desde el inicio le dije a Julio que debíamos pensar en el futuro porque así vive esto, y para el público la ventaja de los festivales es tener material antes de su estreno en salas o tener cosas exclusivas, como poder platicar con los creadores y gente que está desarrollando lo que ellos quieres hacer. El primer año yo estaba muy satisfecho con el programa, aunque fue más complicado de vender por ser la primera edición y porque era vender algo que no existía, pero también le dije a Julio que en este iba a ser más sencillo al tener un respaldo. Crecemos exponencialmente en largometrajes, el año pasado tuvimos tres y este año serán 14, era tanto material que le dije que debíamos extendernos o buscar más sedes, y no me creía”, compartió Espinoza.
Fue con ayuda del crítico de cine Cuauhtémoc Ruelas, que elaboró una lista de 25 películas para ponerse en contacto con los realizadores y gestionar su participación en FotoFilm Tijuana 2018, optimista en que entre cinco y diez le responderían y con ellos podría armar un buen programa, pero al obtener respuestas favorables de 14, el crecimiento fue natural.
“Hay dos o tres largometrajes que ya tuvieron corrida discreta, que es básicamente la corrida comercial que tiene todo el cine de autor, pero también creí que era una buena oportunidad para meter películas que merecen otra oportunidad para que la gente las vea, por ejemplo ‘Sueño en Otro Idioma’ (Ernesto Contreras), que estuvo varias semanas en cartelera, empezó muy bien y abrió con muchas funciones hasta hacerse chica; luego ganó el Ariel a Mejor Película y se reestrenó en Cineteca (Nacional). Tonatiuh Martínez es su cinematógrafo (y nos visita), entonces vale la pena volverla a ver y analizarla con la perspectiva de él y cómo lo hizo”, consideró el director de programación.
Otras de las actividades destacadas del FFTJ son la exhibición de la antología de terror “México Bárbaro 2” y el drama biográfico “Los Adioses”, sobre la vida de la escritora Rosario Castellanos, así como la participación de dos óperas primas del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y dos cortometrajes, con el trabajo en dirección y producción de dos tijuanenses.
“Este es un cine de autor que en algunos casos es de nicho, como la antología de gore que tiene mucho público, pero es un público muy específico que también debe atenderse. Al día siguiente cerramos con la película de Rosario Castellanos, que es totalmente opuesta. Me motiva ver qué está pasando todos los días en cuestión de difusión, carteleras o la producción de otros festivales, porque de ahí arranca el resto de los ciclos de las películas y lo que viven en su primer año, así que debemos ver qué está funcionando y sumarlo a la promoción del festival por los talentos regionales”, finalizó el programador.
Para conocer más de FotoFilm Tijuana, sus actividades e invitados, visitar www.fftj.mx