La fractura al interior del Partido Acción Nacional, tras la derrota del pasado 1 de julio, se vislumbra más profunda que nunca, y es que a tan solo tres semanas de los comicios federales, la distancia entre la base militante de tradición y el llamado “Grupo Anaya”, amenaza con generar choques directos de cara al proceso de renovación de la dirigencia del organismo blanquiazul.
Las pugnas internas hasta el momento se perciben en dos tonos: las voces acusatorias, que señalan a Ricardo Anaya Cortés y a sus allegados como responsables del fracaso en las urnas; mientras que están los defensores, representados por el actual dirigente del partido, Damián Zepeda Vidales, quien esperará hasta asumir su cargo como senador plurinominal para separarse del liderazgo del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Ante este escenario, son muchas y muy diversas las manos que comenzaron a levantarse para tomar el puesto de Zepeda y darle un nuevo rumbo al panismo. Uno de los primeros en entrar al ruedo fue el exsenador Roberto Gil Zuarth, apoyado por el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y por el presidente de la Cámara Alta -y panista expulsado en proceso de impugnación-, Ernesto Cordero.
En entrevista para El Financiero, Gil Zuarth aseguró que “el PAN se fragmentó en parcelas y cada parcela cuidó su interés”; un hecho que lo mantiene evaluando su postulación para la candidatura interna.
Otra figura que adquirió fuerza a principios de semana fue el senador Ernesto Ruffo Appel, quien presentó una propuesta ante el Comité Ejecutivo Nacional del organismo blanquiazul para transformar el formato de la elección de candidatos a la dirigencia del partido, mediante la aplicación de una app que registre los apoyos de manera dactilar. En el oficio, dirigido hacia el actual presidente del organismo, Damián Zepeda Vidales, el senador no dudó en manifestar su postura de rechazo hacia la realidad del partido al acusar que “las cúpulas (panistas) han venido cooptando la libertad y la voluntad de las y los militantes, convirtiéndolas en simples clientelas”.
En tanto, el senador Héctor Larios Córdova declaró a mediados de esta semana, el sentirse “muy honrado” de ser mencionado como una opción para el proceso interno de su partido y adelantó que en caso de llegar a la dirigencia, impulsará una reforma en los estatutos para que el presidente del PAN no pueda ser candidato a un cargo de elección popular, abonando de forma indirecta un poco de madera a la hoguera que representa el fracaso de Anaya para múltiples sectores del panismo.
Finalmente, Damián Zepeda anunció que el PAN celebrará su sesión ordinaria del Consejo Nacional, los días 11 y 12 de agosto, para arrancar de forma oficial con proceso de sucesión de su dirigencia.