Los actos de violencia en Tijuana se han intensificado en delitos del fuero común. Un empleado de casa de cambio fue quemado por asaltantes a quienes se negó entregar el dinero; la videograbación de una mujer siendo violada y herida con una navaja, son muestra de una realidad que la autoridad se niega a reconocer, obligando a los ciudadanos a organizarse para autoprotegerse, ya sea con “toque de queda” en sus colonias o incluso, “adoptando un malandro”. Mientras la autoridad municipal simula la implementación de programas de seguridad
En la mañana del viernes 6 de julio, dos hombres entraron a una tienda ubicada en la colonia Jardín Dorado, cerraron la puerta de acceso y abordaron a la encargada (23 años). Se encontraba sola. Durante media hora la sometieron; mientras uno la violaba y le hacía heridas con una navaja a lo largo de los brazos y el estómago a manera de cuadriculado, el otro grabó con un celular los hechos.
Aunque la autoridad municipal lo reportó como un robo con violación, según el padre de la víctima, los agresores “no se robaron ni un chicle. Aparentemente solo venían a eso (a violarla)”, expuso.
A pesar de que el hecho se denunció el mismo día -luego de esperar durante horas para ser atendidos-, después de 11 días, las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) buscaron a la víctima para detallar un retrato hablado de uno de los dos agresores del que pudo recordar su fisonomía. Hasta entonces, no le habían proporcionado la atención psicológica prometida.
El padre de la víctima señaló que los vecinos de la tienda han acudido a mostrarle su apoyo, e incluso, algunos jóvenes le dijeron que van a averiguar y arreglar las cosas “como ellos saben”.
EL OTRO CASO
Aproximadamente a las 4:00 horas del sábado 7 de julio, dos hombres llegaron a una de las tres casas de cambio ubicadas sobre el Bulevar Casa Blanca, entre la Avenida Francisco Javier Mina y Ruta Matamoros. Mientras uno esperó afuera, el otro entró al área de servicio y tocó la ventanilla para despertar al empleado que se encontraba dormido en el interior, al tiempo que le apuntó con un arma de fuego, pero el joven se escondió detrás de la puerta para protegerse, quedando fuera de la vista del asaltante.
El primer sujeto salió y el otro entró con una cubeta con gasolina que intentó rociar a través de los agujeros de la ventanilla, pero como no pudo, arrojó el líquido por debajo de la puerta donde se encontraba el empleado, alcanzando a mojarle los pies. El delincuente prendió fuego al combustible y generó una explosión que lanzó al propio delincuente hasta la mitad de la calle.
Adentro, el joven intentó alejarse de la gasolina, pero cayó directamente en el combustible regado y al intentar protegerse, resbaló de nuevo; sin embargo, ya no se pudo levantar porque las llamas lo alcanzaron.
Afuera, el sujeto que se había quedado a bordo de un vehículo recogió al que había prendido fuego para huir.
El violento intento de robo quedó videograbado en las cámaras de seguridad.
Elementos de la policía y Bomberos que acudieron al llamado de auxilio por parte de los vecinos, abrieron un hoyo en la pared del centro cambiario y encontraron al joven de 23 años con vida, pero éste falleció poco tiempo después a causa de las quemaduras.
DELITOS VIOLENTOS SON CASOS AISLADOS: PGJE
El subprocurador Jorge Álvarez reconoció la posibilidad de que la impunidad en homicidios genere manifestaciones más fuertes de violencia en otros delitos. Sin embargo, aseguró que tanto la violación, como el asalto a la casa de cambio donde asesinaron a un empleado, son casos aislados.
Refirió que en el año ha habido otros cuatro asaltos con amenaza de incendiar con gasolina, pero no se han consumado. Consideró que en el caso del joven dependiente de la casa de cambio, el modo de operación para amagarlo “se les fue de las manos” a los responsables.
También admitió que la violación con lesiones, grabada en video en la que participaron dos hombres, podría tratarse de un caso de video “snuff” o de violencia real con fines de comercialización y entretenimiento, pero aseguró que es el único caso y descartó que sea una tendencia. El funcionario confió en las posibilidades de detener a los responsables, sin detallar los avances de las investigaciones que se siguen de ambos casos.
DELITOS A LA BAJA: SOTOMAYOR
Sobre los delitos cometidos con extrema violencia, el secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Marco Antonio Sotomayor, dijo que “son hechos muy lamentables, pero lo positivo es que todos los delitos violentos van a la baja”. Posteriormente destacó la disminución de robos con violencia en un 16%.
Así lo indican también las cifras publicadas hasta mayo, promovidas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, las cuales detallan que, en comparación con el mismo periodo del año pasado, el robo a casa habitación con violencia disminuyó 22% y se concentró en las colonias Alemán, Buenos Aires Norte, Castillo, El Pípila, entre otros. El robo a comercio con violencia bajó 20% y se distribuyó principalmente en el Este de la ciudad, en el Matamoros Centro, El Pípila, Natura, Verde, Jardín Dorado, Florido. Mientras que los asaltos en la vía pública bajaron 16% y encabezan con más eventos la Zona Centro, Jardín Dorado, Las Delicias III y Matamoros Sur.
ESTADÍSTICAS NO REFLEJAN REALIDAD
En ninguna de las principales colonias con alto índice delictivo aparece el Fraccionamiento Los Álamos, sin embargo, sus habitantes opinan que los asaltos, robos a vehículos y a casa habitación con violencia, han aumentado en los últimos meses.
Por ello, desde enero de 2018 han solicitado reiteradamente a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), mayor presencia policiaca y la instalación de una caseta de vigilancia en la glorieta de la Avenida Circunvalación, donde se registra la mayor cantidad de asaltos y por donde huyen los ladrones hacia la zona de El Alamar.
La falta de respuesta a su demanda los ha orillado a implementar sus propias medidas de seguridad para autoprotegerse de los delincuentes con sus propios recursos, organizados por el Comité de Vecinos presidido por la señora Guadalupe López Rico.
Primero se agruparon en cuadrillas para vigilar por cuenta propia durante la noche, pero ante la presencia de delincuentes armados, desistieron y contrataron a ocho guardias, cantidad a la que luego sumaron 25 elementos más de la empresa Servimex. Posteriormente implementaron un “toque de queda” en todo el fraccionamiento.
En camionetas o vehículos tipo militar, a partir de las 21:30 de la noche, los guardias de seguridad hacen rondines, pero desde las 23:00 horas, cualquiera que circule por las calles del fraccionamiento puede ser abordado y cuestionado a dónde se dirige o ser acompañado hasta su destino.
“Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? El gobierno no nos está apoyando”, reprochó López Rico. Explicó que con la estrategia, los robos y asaltos han sido prácticamente erradicados por las noches, pero ahora se presentan en el día, cuando no hay vigilancia, por lo que los vecinos contemplan contratar guardias, las 24 horas.
Los elementos de seguridad privada han logrado detener a delincuentes, los cuales son entregados a la policía municipal, “pero son liberados posteriormente”, señalaron a ZETA los residentes de ese asentamiento.
Los habitantes cuentan con una lona en la que inscribieron la leyenda: “Los vecinos del Fraccionamiento Los Álamos estamos hartos de los robos y asaltos. Te cachamos, te linchamos”.
Sobre la situación en Los Álamos, el secretario de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Sotomayor, dijo desconocerlo, pero se comprometió a revisarlo.
LLAMAN A ADOPTAR DELINCUENTES
Ante “los oídos sordos de la autoridad”, Guadalupe López Rico propuso a sus vecinos “adoptar un malandro, es decir, que tú misma le des trabajo para que no roben. Que hagan lo que quieran con su dinero, pero que no roben”.
Para poner el ejemplo, dijo que ella adoptó a un delincuente, un joven que aceptó limpiar la calle a cambio de un poco de dinero, y aseguró que de ser uno de los más señalados como responsables de los robos, ya no se le menciona como autor de ese tipo de casos.
“Le dije que si tiene más amigos malandros que quieran chamba, yo le digo a otros vecinos y hacemos la polla (colecta) para darles su lanita y ya tengan su trabajito”, refirió.
Su actividad en una estética veterinaria le da la certeza de que su proyecto es viable, porque como hay personas que cuidan y alimentan a animales de la calle, puede haber quien dé esa atención a “un joven que anda mal”, antes que sus actos delictivos suban de tono.
Aclaró que serán selectivos con los delincuentes que “adoptarían”, porque cuentan con un catálogo de fotografías de rateros “a los que no les pediría ni los buenos días, porque andan armados”.
LA SIMULACIÓN
Ante el recrudecimiento de los hechos delictivos, el domingo 8 de julio, el alcalde Juan Manuel Gastélum pidió a los medios informativos, evitar difundir las noticias sobre violencia en la ciudad, y aunque luego aclaró que se refería a que pedía informar también sobre las cosas positivas.
Desde entonces, los funcionarios de su gabinete repiten en cuanto evento público participan, que también hay “buenas noticias en Tijuana”, eco que no ha logrado frenar los hechos violentos a los que se enfrentan a diario los tijuanenses.
Mientras los vecinos implementan medidas reales para su propia seguridad, el gobierno de “El Patas” anunció la entrega de recursos económicos a cuatro asociaciones encargadas de realizar acciones de prevención de la violencia; pero no todos los organismos referidos fueron enterados de la tarea endilgada por el municipio, mucho menos que recibirían apoyo económico para ello.
Como parte de las “buenas noticias”, el 10 de julio, el alcalde presidió un evento para anunciar la ejecución de 11 millones 177 mil 485 pesos en cuatro ejes del Programa para el Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg).
De acuerdo con Sotomayor, el recurso se distribuyó de la siguiente manera: la asociación del Centro Comunitario El Florido IV Sección, 4.8 millones de pesos; Trabajando por la Ciudad A.C., cinco millones de pesos; Gente Diversa A.C., 800 mil pesos; y Alianza Civil, 500 mil pesos.
Entrevistado al respecto, el fundador del Centro Comunitario El Florido IV A.C., Christopher North, dijo que no sabía que iba a recibir dinero, que al organismo que representa solo se le solicitó el espacio para la realización del evento, no para que el organismo ejecutara un programa contra la violencia, mucho menos se le informó que por esa acción recibiría apoyo económico.